La industria alimentaria no se concibe sin envases. La forma en que se empaquetan los alimentos y las bebidas es fundamental para su consumo seguro, atractivo (sabor, olor y apariencia) y frescura.
El costo de los artículos de empaque puede aumentar exponencialmente, afectando los resultados de restaurantes, fabricantes de alimentos y otras empresas relacionadas con los alimentos.
De acuerdo con el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, el costo de los alimentos en tiendas y restaurantes se ve afectado principalmente por el costo de "llevarlos al mercado", que incluye los gastos de empaque.
Para las empresas de la industria alimentaria, incluso una ligera reducción de estos costes puede suponer un ahorro significativo.
Claves para reducir costos de empaques para alimentos
Diversos especialistas del sector de packaging alimentario proporcionan las claves más destacadas para reducir costos en la innovación de empaques. Aquí te contamos:
1. Evaluar el empaque actual
Para lograr un determinado objetivo, primero debe hacer un balance de su situación actual, se debe evaluar sus costos actuales de empaque. La mejor manera de hacerlo es recopilando información detallada sobre lo que gasta en empacar alimentos, incluyendo lo siguiente:
- Costo de los materiales
- Trabajo
- Transporte
- Tarifas adicionales
Es importante analizar estos datos y concentrarse en los gastos de embalaje. Una vez que se tenga una mejor idea de lo que está gastando y dónde, se deben buscar formas de reducir sus costos.
Por ejemplo, se puede solicitar un embalaje más eficiente o utilizar materiales alternativos para el envío. Es posible poder negociar mejores acuerdos de envío con sus proveedores o explorar soluciones más sinérgicas.
Mientras las empresas evalúan su empaque, se debe pensar en cómo afecta la forma en que los clientes ven la marca. Un embalaje atractivo y de alta calidad puede aumentar la fidelidad de los clientes. Identificar áreas de mejora y reducir costos tiene un doble impacto en el ahorro de dinero mientras se mantiene una identidad de marca sólida.
2. Elegir los materiales adecuados
Los costos y la eficacia del envasado de alimentos dependen en gran medida de los materiales que se utilicen. Al considerar los materiales, las compañías deben asegurarse de tener en cuenta estos factores:
• Costos brutos
• Protección del producto
• Sostenibilidad
• Cumplimiento de la ley y las regulaciones de la industria
En ese sentido, los materiales de embalaje más comunes son:
Papel
El embalaje de papel es la opción preferida para muchos alimentos. Por lo general, es reciclable y biodegradable, lo que lo convierte en una buena opción para las empresas conscientes del medio ambiente.
Sin embargo, el papel no siempre es la mejor opción, especialmente para los productos que necesitan un embalaje a prueba de humedad o manipulación.
El uso de papel para empaquetar algunos productos puede no ser práctico o no alinearse con la percepción de la marca. Por ejemplo, los amantes de la comida pueden esperar ver salsas picantes de marca blanca en botellas de vidrio o plástico, no en cartones de papel.
Plástico. Es conocido por su durabilidad, versatilidad, flexibilidad y capacidad para actuar como una barrera efectiva.
Aunque el plástico suele ser rentable, plantea preocupaciones ambientales. Algunos plásticos, como el tereftalato de polietileno (PET), el polietileno de alta densidad (HDPE) y el polipropileno (PP) son reciclables.
Otros plásticos son más difíciles de reciclar y no se recomiendan para los envases de alimentos, especialmente en una era de consumidores conscientes del medio ambiente.
Materiales biodegradables. Los plásticos a base de almidón de maíz, los envases de hongos y los polímeros biodegradables (también llamados bioplásticos) son solo algunos ejemplos de materiales sostenibles que las bacterias y otros organismos pueden descomponer.
Debido a que estos materiales son compostables o biodegradables, tienen un impacto ambiental reducido. Sin embargo, pueden ser más caros por adelantado que otros materiales.
3. Minimizar el desperdicio
Es importante la cantidad de dinero que podrían perder las empresas en empaques innecesarios o materiales utilizados solo una vez. En ese sentido, se deben considerar estas estrategias para reducir el desperdicio:
- Optimización del tamaño de los envases: Es clave asegurarse de que el embalaje tenga el tamaño correcto para sus productos y evitar el exceso de espacio sin utilizar.
- Uso de envases reutilizables o retornables: Ahorrar dinero reciclando o devolviendo empaques que se pueden usar varias veces, especialmente para productos o envíos de gran volumen.
- Minimizar los materiales de embalaje: Reducir los residuos de envases no solo ahorra dinero en materiales, sino que también reduce los costos de transporte y eliminación. También puede reducir su huella ambiental e incluso puede crear flujos de ingresos a través de programas de reciclaje o compostaje, lo que también mejora sus resultados.
4. Negociar mejores acuerdos
Una de las mejores maneras de reducir los gastos de embalaje es negociando precios más bajos con los proveedores. Para lo cual se aconseja:
- Hacer la tarea. Reúna información sobre los precios de mercado de materiales de embalaje similares. Aprovechar el poder adquisitivo. Si realizan compras al por mayor o de gran volumen con regularidad, recuérdele a su proveedor su alto valor y consistencia como cliente.
- Explorar opciones de pago alternativas. Se recomienda considerar planes de pago alternativos o consignación, que pueden mejorar sus resultados con pagos más bajos que permitan flexibilidad operativa.
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