El polipropileno biorientado, más conocido como BOPP, se ha convertido en el film más requerido por la industria de envases flexibles y está ganando terreno al plástico rígido dada su versatilidad, economía y sustentabilidad.
Es una película de polipropileno con un revestimiento que permite que sea termosellado. Su característica principal es la barrera de protección que ofrece para evitar la entrada o salida de humedad.
Sus aplicaciones se orientan principalmente al mercado masivo de galletas, snaks, chocolates, alfajores, caramelos y también etiquetas.
Evolución técnica del BOPP
El BOPP comienza a desarrollarse en los años ´70 cuando se logra una mejora sustancial de las propiedades ópticas, mecánicas y de barrera al vapor de agua en comparación a la película de polipropileno tradicional.
La evolución en la industrialización de su producción permitió reducir costos ya que de las primeras máquinas de 4 metros de ancho, se pasó a las de 6 y hoy se utilizan las de 8 metros con un espesor de 20, 18 y 15 micrones, lo cual favorece un alto rendimiento por kilogramo.
“Al bajarse los espesores se obtiene más empaque por kilo, lo cual es algo que abarata mucho los costos. Por eso muchas empresas están optando por reemplazar los envases de plástico rígido por envases flexibles de BOPP, que además son más livianos y contaminan menos el ambiente” explica Alberto Zanniello, presidente de Zanniello SA.
Protección y estética
La función de protección o barrera puede extenderse, según el producto, hasta seis meses. Para tiempos mayores de estantería el BOPP debe combinarse con otras películas de alta tecnología como el poliéster, polietileno, aluminio o papel.
Existen alrededor de veinte variantes que permiten lograr un envasado de alta calidad, alta barrera de protección o con texturas especiales. Sin embargo, aclara Zanniello, esto “aumenta el costo del producto por lo que la necesidad de una combinación va a depender del contenido que haya que proteger y otras características que hagan indispensable esta interacción”.
En el mercado se pueden encontrar diferentes tipos de BOPP para aumentar el impacto visual del producto y, en el caso del metalizado, su función de protección:
• Transparente plano
• Transparente coextruído
• Metalizado barrera estándar
• Metalizado alta barrera
• Perlado
• Perlado blanco
• Blanco cavitado
• Blanco sólido
• Blanco metalizado
Cada producto tiene a su disposición una película de polipropileno biorientado para desarrollar el envase flexible adecuado a sus características:
Galletas: laminaciones de BOPP/BOPP en distintos espesores y en combinaciones con BOPP blanco o metalizado. Excelente maniobrabilidad tanto en líneas Flat End como en Flow Pack.
Caramelos y golosinas: laminaciones de BOPP/BOPP y BOPP/PE protegen al producto de la humedad dado su contenido de azúcar.
Etiquetas: roll label para gaseosas, aguas y otros productos embotellados. Con laminaciones BOPP13U/BOPP 38 PB o lámina simple de BOPP PB 40.
Ventajas masivas del BOPP
Para el profesional el BOPP no tiene desventajas con respecto a otros films, en cambio sus beneficios son:
• Alta transparencia y brillo
• Buenas propiedades mecánicas
• Fácil de procesar (impresión, laminación)
• Buena maquineabilidad en las líneas de envasado
• Excelente permeabilidad al vapor de agua
• Amplio rango de espesores
• Diferentes temperaturas de sello
• Diferentes niveles de COF
• Cavitados con diferentes densidades
• Buena relación costo / performance
• Versatilidad
Este material tiene la facilidad de imprimirse en flexografía o huecograbado. Además, se puede reciclar con o sin impresión, y permite realizar láminas de plástico o pellets para baldes, macetas y todo tipo de plástico rígido para moldeo.
“Hoy el enfoque está en bajar los espesores para poner menos empaque y contaminar menos el ambiente, requisitos que cumple muy bien el BOPP” asegura Zanniello para quien además es un material muy versátil, liviano, con buenos niveles de barrera y económico, ideal para productos masivos.
Un mercado que crece
La demanda de este film en Latinoamérica es constante, entre un 4 y 5% anual -asegura Zanniello-, exceptuando el año 2009 que por la crisis económica mundial su producción no registró crecimiento. Para este año, por ejemplo, Brasil tiene proyectado un aumento del 10% en su demanda mientras que Argentina prevé registrar entre un 5 y 8%.
Según un estudio realizado por AMI Consulting, la demanda de film BOPP en el mundo crecerá entre un 6 y 7% anual durante los próximos cuatro años, siendo los principales consumidores de este material los países asiáticos y, en menor medida, los de Europa del Este junto con Rusia y Brasil.
A su vez, China, India y Oriente Medio serán los más favorecidos para las exportaciones dada su competitividad en los costos.
Por el contrario, el estudio indicó que los países de Europa Occidental, Norteamérica y Japón están disminuyendo su producción y mercado, una de las causas es que suelen contar con plantas más antiguas, lentas, pequeñas y con costos más elevados.
La característica de esta industria, concluye el informe, es la sobreinversión, cuyo resultado es la sobre capacidad, precios bajos y escasos retornos de la inversión, con una base de clientes poderosa y globalizada.