La mayoría de los empaques producen desechos que contaminan el planeta, lo cual genera una serie de expectativas y exigencias hacia las marcas, demandando productos y procesos que no impacten de forma negativa al planeta.
- Por esa razón, el biopackaging es un término que busca impulsar el uso de empaques biodegradables o ecológicos, que como su nombre lo indica, se refiere a aquellos materiales que cuidan el medio ambiente.
En ese sentido, dentro de los procesos de empaquetado o envasado es importante transformar los materiales en soluciones y que éstas sean positivas”, declara Ignacio Parada, CEO de Bioelements, una startup de biotecnología y economía circular .
De esta necesidad surgen los empaques biodegradables con un diferenciador claro: la no contaminación, por lo que se están convirtiendo en una ventaja competitiva para las empresas de triple impacto.
“En consecuencia, hoy ya se vive en un mundo biodegradable y esto es un ejemplo de gran dinamismo en el desarrollo de nuevos productos o materiales”, destaca Parada.
“No sólo se trata de vender productos, sino de procesar, investigar y producir materiales que puedan estar en contacto con alimentos, que no tengan ningún efecto dañino sobre el producto”, añade.
De acuerdo con el directivo, estamos en un momento de nuestra historia en donde:
- Se debe generar valor.
- Hay preocupación por el medio ambiente.
- Compromiso por generar alternativas a un problema radical como es el del packaging del plástico convencional (papel, cartón, PET, etcétera).
- Pasar del packaging tradicional al biopackaging.
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Materiales y envases biodegradables a favor del triple impacto
Cualquier emprendedor debería crear una idea, producto o servicio en base al triple impacto”, afirma el directivo de Bioelements.
“Las startups y las scaleups siguen en crecimiento y están generando un impacto positivo en el ecosistema. Impulsan el dinamismo, son disruptivas y atrayentes. Por eso la I+D, así como la generación de tecnología es importante en los emprendimientos”, agrega.
Eso conlleva a la investigación de materiales ecológicos. Para ello, es preciso que el packaging se deje de ver solo como un medio para empacar cosas o como medio de transporte, hoy tiene que ser visto como un fin”.
De ahí la creación de nuevos materiales biodegradables. Hoy los envases biodegradables o el denominado “biopackaging” son una realidad. Dichos materiales proceden de fuentes renovables:
- Extraídos de la biomasa, como la celulosa o el almidón.
- Producidos por microrganismos como los polihidroxialcanoatos (PHA).
Para que un empaque se considere biodegradable debe cumplir la norma europea UNE-EN 13432, la cual define el concepto de biodegradabilidad final como:
- La descomposición de un compuesto químico orgánico por microorganismos en presencia de oxígeno para dar dióxido de carbono, agua, sales minerales en cualquier elemento presente (mineralización) y nueva biomasa.
- bien en ausencia de oxígeno para dar dióxido de carbono, metano, sales minerales y nueva biomasa.
En México, la Norma Mexicana NMX-E-232-CNCP-2011 establece y describe los símbolos de identificación que deben tener los productos fabricados de plástico, en cuanto al tipo de material se refiere, con la finalidad de facilitar su selección, separación, acopio, recolección, reciclado y/o reaprovechamiento.
Tecnologías ecológicas aliadas con el biopackaging
El empaque se convierte en una fase más de la estrategia, ya que debe de contribuir a la sustentabilidad del ambiente contribuyendo a que el posicionamiento de la marca sea coherente para el consumidor.
En ese camino, la industria en torno al empaque biodegradable tiene una tendencia de crecimiento desde las pequeñas hasta las grandes empresas.
En el mundo del plástico, el mensaje es: repensar cómo se están haciendo las cosas y no solo hacer lo mismo todo el tiempo. Si esto se logra, se podrá alcanzar un impacto positivo con el biopackaging”, apunta Parada.
Un ejemplo es la Resina Bio E-8, un material que ofrece una alternativa ecológica al plástico convencional, al cartón y al papel. Puede estar en contacto con alimentos al contar con la certificación de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA).
Dicha innovación de Bioelements, empresa que llegó a México en 2018, se basa en biotecnología y está avalada:
- Por la Universidad Nacional Autónoma de México.
- En Bélgica obtuvo una certificación por la TUV Austria y Vincotte.
- Por la Universidad Agraria La Molina en Perú.
Con esta Resina BioE-8, se producen embalajes, films, bolsas, y distintos productos con una resistencia, flexibilidad y apariencia similar a las soluciones que están presentes hoy en el mercado, pero con una huella de carbono y huella hídrica mucho menor.
“Sin duda, algunas ideas novedosas basadas en tecnologías disruptivas tienen el potencial de cambiar los problemas del mundo, incentivar la competitividad y también de hacer negocios con gran éxito”, indica Parada.
“Esa característica es el sello de las últimas empresas que se han convertido en unicornios en América Latina”, señala el directivo.
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