Los aditivos tienen cabida en cualquier tipo de objeto o compuesto, y los envases no son una excepción. Dentro de los aditivos que se utilizan en la fabricación de envases y packaging, destacan los colorantes y pigmentos que los tiñen para cambiar su apariencia.
Los envases alimentarios, así como las instalaciones donde se fabrican deben cumplir con mínimos requisitos de seguridad e higiene, para asegurar que no se pueden contaminar y de este modo tampoco los alimentos que contengan.
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Aditivos naturales en envase
Dentro de este marco, resulta primordial la incorporación de aditivos activos naturales a los materiales plásticos que forman los envases.
Sustituyendo así a los aditivos sintéticos y alargando la vida útil de los alimentos mediante la migración controlada del aditivo desde la matriz polimérica hacia el alimento.
En el caso de los antioxidantes, los que están aprobados para alimentos se pueden clasificar en tres categorías:
- Extractos naturales derivados de plantas, hierbas, especias o frutas. Los más conocidos son el romero, tomillo, orégano, canela, ciertos tipos de chiles y ajo. La mayoría están disponibles en forma de oleorresinas que se pueden incluir en las formulaciones para marinado de la carne fresca o productos mejorados.
- Fenólicos o antioxidantes sintéticos, que se emplean en muy pequeñas concentraciones y son restringidos por las regulaciones de cada país.
- Basados en vitaminas, como el ácido ascórbico, ácido cítrico (vitamina C) y tocoferoles (vitamina E).
Tipos de aditivos utilizados en envases
Existen multitud de materiales y de tipos de envases, por ello, hay una gran variedad de aditivos que se pueden emplear en su elaboración.
En ese sentido, suelen clasificarse con base en la funcionalidad que desempeñen en el proceso de fabricación o en el producto final.
- Antiestáticos. Aditivos que facilitan que el material resultante sea aislante de la electricidad. De esta manera reduce sus cualidades conductoras.
- Antioxidantes. Evitan la oxidación de los polímeros cuando estos se exponen a la intemperie.
- Cargas. Materiales sólidos que se añaden con el objetivo de hacer más estable el producto final, reduciendo los costos en el proceso. Pueden ser cargas minerales o fibras de refuerzo.
- Conductores. Aditivos que facilitan que el material resultante conduzca la electricidad, reduciendo sus cualidades aislantes.
- Espumantes. Aditivos que hinchan el polímero, dándole una textura que recuerda a la espuma.
- Estabilizantes. Retardan el proceso de degradación de los plásticos.
- Lubricantes. Reducen el desgaste de las piezas cuando rozan unas con otras.
- Ignifugantes. Disminuyen la inflamabilidad de los materiales.
- Plastificantes. Incrementan la resistencia al impacto natural de los plásticos.
Colorantes y pigmentos para envases
Debido a su importancia y de la extensión de su uso, los aditivos para envases engloban una categoría propia dentro del amplio abanico de aditivos.
Cada paquete, envase o botella de un color que no sea blanco o transparente, se puede confirmar que se ha utilizado un colorante o pigmento en su fabricación.
El color no solo tiene una función estética, sino que ayuda a los consumidores a diferenciar el tipo de producto que contiene un envase.
Los pigmentos, tintes y colorantes se usan en la composición de los envases en un porcentaje que va desde el 0.5 hasta el 2%. Esto permite modificar su apariencia sin que su composición química o sus propiedades se vean alteradas.
Tanto los aditivos en general como los pigmentos en particular deben cumplir una estricta normativa para considerarse aptos para su uso en envases, especialmente cuando estos van dirigidos a sectores como el de alimentación.