El futuro del packaging se está gestando para encontrar un equilibrio entre vida útil, la seguridad de los productos, y el impacto ambiental. En ese sentido, se trabajan las nuevas tendencias a las que se dirige esta industria.
En el sector de alimentación y bebidas, los plásticos contribuyen a garantizar la seguridad de los alimentos y la reducción del desperdicio alimentarios. Sin embargo, los especialistas destacan que hay una necesidad urgente de abordar aspectos medioambientales para el futuro del packaging.
Para 2030 se plantea que todos los envases sean reutilizables o puedan reciclarse de manera rentable, un importante desafío en materia de I+D+i”. Para ello, “el reto es lograr que los nuevos materiales y las soluciones alternativas al plástico convencional mantengan sus propiedades barrera y otras funcionalidades.
Lograrlo requiere contar con visión estratégica integral y la colaboración de toda la cadena de valor. De tal forma se garantiza un mejor futuro del packaging.
Cuatro grandes tendencias para el futuro del packaging
La industria del packaging está evolucionando para encontrar un equilibrio entre la vida útil, la seguridad de los productos y el impacto ambiental.
En la mesa redonda virtual “Innovación, una oportunidad en Packaging: sostenibilidad y consumidor”, organizada por AINIA, los especialistas señalaron cuáles son las cuatro tendencias para el futuro del packaging.
1. Ecodiseño
Es una tendencia enfocada hacia una visión más global: diseñar para reciclar y potenciar la Economía Circular. Que no solo es reciclado sino la reducción del desperdicio alimentario.
Es importante diseñar para buscar la seguridad alimentaria; reducir el despilfarro alimentario, y reciclar, dirigiéndonos al uso del monomaterial y a la reducción de aditivos no necesarios, por ejemplo, los colores.
Pero también es necesario diseñar para reutilizar mejor los productos que ya se han puesto en el mercado. Por ejemplo, cerrar el círculo produciendo material que vienen de sus propias bandejas.
El ecodiseño debe tener en cuenta al consumidor final en la transformación de los envases. Pues se debe crear conciencia de que ofrecerán un producto de envase distinto, (reciclable, reutilizable o de monomaterial).
Con respecto a envases de PET reciclado, aún hay mucho por hacer, desde los sistemas de selección primarios hasta las tecnologías de obtención de reciclado mecánico.
El objetivo es seguir trabajando en el futuro de packaging en la búsqueda de mejores materiales y, entre todos, realizar una labor pedagógica al consumidor. Para informar sobre las bondades que tienen los plásticos, así como que el futuro para por el plástico reciclado.
2. Uso de mono materiales
Desde hace años, en el segmento de botellas y tarros, las tendencias se dirigen hacia la reducción del peso de los envases, sobre todo en envases PET. Este material es diseñado para trabajar con paredes finas, lo que facilita esta reducción.
El mercado del envase flexible para packaging ha evolucionado hacia la combinación de distintos tipo de materiales poliméricos y no poliméricos. El propósito es buscar las mejores propiedades de cada material en cada momento, logrando envases disruptivos.
La tendencia es plantearse qué hacer con los envases tras ser utilizados. Se debe darle una segunda vida, y eso tiende hacia la reciclabilidad. Esto pasa por el uso de los mono materiales para facilitar la eficiencia de la recuperación de esos materiales”.
Según los especialistas, no hay un material ni bueno ni sustitutivo para todo, sino que cada uno tiene sus ventajas e inconvenientes.
En ese sentido, se tiende hacia la racionalización, buscando los productos que aporten un valor diferencial para la utilidad que va a tener y promover esos materiales para ese entorno
3. Reciclado post-consumo
Se debe garantizar el futuro sostenible de oferta y demanda: la legislación va más rápido que la economía real. Y la demanda del consumo de estos materiales acelera mucho los procesos, sin embargo, hay otra parte que va más lenta.
O se empieza a agilizar la maquinaria o generara severos problemas de suministro para atender las necesidades de los consumidores. Es necesario acelerar la reciclabilidad de los envases, para garantizar la suficiente materia prima, y potenciar las tecnologías de los recicladores. Todo ello mantenido la calidad del envase.
Durante muchos años se ha prohibido utilizar materiales post-consumo en contacto con alimentos, por ejemplo, en España se autorizó tarde con respecto al resto de Europa, lo que llevó a un retraso de la industria del reciclado.
En ese sentido, queda mucho por trabajar en la calidad de estos materiales, así como la poca disponibilidad, lo que conlleva aumento de precios. Dentro del círculo del envase también están los envasadores y los retailers.
Según los especialistas, deben exigir tanto el contenido del reciclado como el que se diseñe para reciclar. Pero también adaptar sus requerimientos a la nueva realidad, por no poder darle los mismos requisitos que hasta la fecha estaban solicitando a los fabricantes.
4. Preparar al consumidor en materia de separación de residuos plásticos
El futuro del packaging está corriendo mucho en la aparición de nuevos envases, mientras que ni las infraestructuras de recogida están del todo desarrolladas, ni el consumidor final está educado. Se necesita una labor de formación en los materiales compostables la mayor parte de consumidores aún cree que es un plástico normal.
Además de la administración, los gestores de residuos deben tener un papel importante en campañas informativas al consumidor. Es necesaria una función formativa centralizada y con claras instrucciones. Incluso, tener en cuenta que la mejora de los ratios de efectividad de la selección y del reciclado empieza por la educación del consumidor final.
Es importante facilitar la vida al consumidor, con un etiquetado sencillo y entendible que informe sobre el material del envase y su reciclabilidad para que seleccione tipos de envase en función de su sostenibilidad
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