El Xilitol es un endulzante natural, un polialcohol que es extraído de plantas y vegetales como el xilano o la corteza de abedul. Aunque también es posible encontrarlo de forma natural en algunas verduras y frutas como la coliflor o las fresas.
La tendencia actual hace que se emplee como un sustituto del azúcar, y debido a que hoy la innovación debe enfocarse en resolver las necesidades más apremiantes en materia de sustentabilidad, los nuevos desarrollos bajo este concepto cobran gran valor.
Es el caso de Xilinat, un sustituto de azúcar mediante el uso de Xilitol creado por Javier Larragoiti, quien fue el ganador de la tercera edición del Heineken Green Challenge, gracias a su desarrollo sustentable.
“El objetivo de la economía circular es reducir al mínimo la generación de residuos y volver a utilizarlos para transformarlos en subproductos. Es una tendencia en todo el mundo, ya que hay más conciencia por los problemas sociales y ambientales”, afirma Larragoiti.
“No sólo se trata de ver cómo producir menos desechos, sino cómo tomar menos recursos de la naturaleza. Por ello, para producir Xilinat creamos un proceso patentado en el que fermentamos residuos agrícolas a este polialcohol, similar al proceso de elaboración de la cerveza”, añade.
Entre los residuos agrícolas que se tomaron para producir el sustituto de azúcar están:
- Olote de maíz
- Bagazo de caña
- Cascarilla de arroz
7 beneficios de Xilinat
- Xilinat, además de ser bajo en calorías y útil para personas con diabetes, protege a los dientes contra la caries.
- El índice glucémico que tiene es de 7 mientras que el del azúcar es de 64, por lo que no se necesita insulina para metabolizarlo.
- Es el único endulzante natural que tiene exactamente el mismo sabor y apariencia que el azúcar convencional.
- Está hecho a partir de desechos agrícolas.
- Nace con la intención de ofrecer a personas con diabetes una alternativa natural y deliciosa que no afecta su salud y les permita disfrutar el sabor dulce en su alimentación.
- Se puede utilizar para aplicaciones en pastelería, chocolatería, dulces, chicles y heladería.
- Responde al contexto de demanda del consumidor, que desea productos reducidos en azúcar y, en la situación de salud pública, a personas que padecen diabetes en México.
“Además de beneficiar la salud, en un país donde la obesidad y la diabetes crecen drásticamente, se beneficia a los agricultores, que de otro modo se ven obligados a incinerar sus residuos agrícolas, con el consecuente daño al medio ambiente”, destaca Larragoiti.
De acuerdo con el también líder del Proyecto Xilinat:
- Por cada tonelada vendida se pagan 500 dólares a los campesinos.
- Se reciclan siete toneladas de residuos agrícolas.
“Ahora el reto es escalar la producción hasta un nivel industrial. Buscamos crear una línea de manufactura que aumente la producción del producto de una forma masiva. Nosotros confiamos en lograr concretar este objetivo”, declara.
Las bases para crear un endulzante natural
“La población mexicana tiene un paladar muy educado hacia lo dulce. Pero hablando del consumo de edulcorantes, a nivel nacional sólo el 15% los usa. Es un porcentaje bajo comparado con otros países, lo que refleja porque hay problemas de obesidad y diabetes”, dice Larragoiti.
La sustitución del azúcar obliga a la búsqueda de otros aditivos que cumplan las múltiples funciones que tiene el azúcar en los alimentos, lo que no siempre es fácil y, además, deben analizarse también desde un punto de vista nutricional.
Según AINIA Centro Tecnológico, un endulzante natural debe presentar una serie de características para ser utilizado en la industria alimentaria:
- Inocuidad.
- Su sabor dulce debe percibirse y también desaparecer rápidamente.
- Tiene que ser lo más parecido posible al del azúcar común, sin dejar sabor residual.
- Resistir las condiciones de procesamiento del alimento en el que se va a utilizar, así como a los tratamientos a los que se vaya a someter.
“La tendencia en cuanto a los procesos sigue siendo la sintética. Por ejemplo, existen moléculas en el mercado como la alulosa que se desarrolla por procesos químicos. El Xilitol no se ha hecho popular porque es costoso, ya que se obtiene a través de un proceso químico usando como materia prima la madera de abedul”, explica Larragoiti.
“Es aquí donde entra la innovación. La mayoría de los endulzantes siguen teniendo un origen químico, a excepción de algunos como la stevia que se extrae de una hoja, pero aun así su proceso de extracción es por medio de solventes”, agrega.
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Producción sustentable de alimentos
Actualmente, todo está diseñado para seguir un modelo de economía lineal en el que se extraen recursos de la naturaleza, se produce algo y se desecha. El problema de este modo de producción es el alto consumo de recursos, algunos de ellos no renovables, y su posterior generación de desechos.
“En ese sentido, el desafío está en pasar de un modelo lineal a uno circular. Hoy existe el compromiso de reducir por completo la corriente de desechos o reciclar todo lo que se produzca para el 2030”, apunta el emprendedor.
“Debido a que uno de los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) es reducir el desperdicio de alimentos, un problema grave a nivel mundial, todas las alternativas e innovaciones en esta línea siempre serán una solución”, subraya.
¿Por qué los aditivos alimentarios ofrecen una solución al desarrollo sostenible? Aquellos basados en ingredientes activos y extractos de plantas serán una de las herramientas clave para responder a los desafíos ambientales y a las expectativas sociales de los consumidores en términos de desarrollo sustentable.
En este contexto, Heineken México está convencido de que hoy la innovación debe enfocarse en resolver las necesidades más apremiantes en materia de sustentabilidad, y la mejor manera de incentivarlo es:
- Impulsando proyectos basados en una economía circular.
- Que generen oportunidades económicas y de negocio.
- Proporcionen beneficios saludables, ambientales y sociales.
Heineken Green Challenge es una iniciativa donde se incentiva a los jóvenes emprendedores mexicanos a desarrollar proyectos que sean positivos para la sociedad y el medio ambiente.
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