¿Qué dice la evidencia científica sobre los edulcorantes bajos en calorías como herramienta útil en el control del peso?

Numerosos estudios realizados en todo el mundo confirman que los niveles globales de exposición están dentro de los límites de la IDA para los edulcorantes y para todos los grupos de población, incluidos niños.

Las recomendaciones globales sugieren un uso moderado y un enfoque prudente, especialmente en el contexto de una dieta equilibrada y un estilo de vida saludable.

En el Webinar Expertos debaten los últimos avances científicos sobre edulcorantes bajos en calorías o sin calorías, organizado por Asociación Internacional de Edulcorantes (International Sweeteners Association-ISA) en colaboración con la Fundación Iberoamericana de Nutrición (FINUT), destacó la seguridad de los edulcorantes bajos en o sin calorías.

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La seguridad de los edulcorantes bajos en calorías

La seguridad de los edulcorantes bajos en calorías es confirmada por los organismos reguladores, como:

• Comité Mixto de Expertos en Aditivos Alimentarios (JECFA)
• Organización Mundial de la Salud (OMS)
• Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA)

En ese sentido, muchos países de América Latina aprueban el uso de edulcorantes bajos en o sin calorías basándose en la evaluación de seguridad del JECFA y en las disposiciones del Codex Alimentarius.

Al respecto, Hugo Laviada-Molina, Catedrático de la Universidad Marista de Mérida, destacó datos importantes sobre los beneficios de los edulcorantes bajos en o sin calorías.

“Los datos procedentes de múltiples estudios clínicos, evaluados en revisiones sistemáticas y ensayos controlados aleatorizados (randomized controlled trial, RCT por sus siglas en inglés), muestran una reducción de la ingesta calórica cuando se utilizan edulcorantes bajos en o sin calorías en lugar de azúcar” indica.

Esto, a su vez, puede conducir a una pérdida de peso moderada. Al tiempo que no repercute en los niveles de insulina o glucosa en sangre.

Lo cual, contrasta con las pruebas de los RCT, los estudios observacionales proporcionan resultados inconsistentes sobre la asociación entre la ingesta de edulcorantes bajos en calorías y el peso corporal. Ya que cualquier asociación observada es susceptible de causalidad inversa.

¿A quién beneficia su consumo?

Los edulcorantes bajos en calorías/sin calorías son ingredientes alimentarios sin, o prácticamente sin, energía (calorías) que se usan en alimentos y bebidas. Así como en edulcorantes de mesa, en vez de azúcares para aportar sabor dulce con menos calorías o sin calorías.

Cuando se usan para sustituir a azúcares, y como parte de un patrón alimenticio y un estilo de vida saludables, los edulcorantes bajos en calorías o sin calorías pueden ayudar a reducir la ingesta total de energía. Y, a su vez, con el tiempo, ayudar en el control del peso.

Laviada-Molina explica que hay mayor probabilidad que las personas con sobrepeso u obesidad consuman edulcorantes bajos en calorías como herramienta para controlar su peso. Esto en lugar de que los edulcorantes bajos en calorías causen sobrealimentación u obesidad.

Los beneficios de la pérdida de peso y la reducción calórica de este tipo de edulcorantes han sido confirmados por organizaciones como:

• Asociación Americana de Diabetes
• Grupo de Estudio de Diabetes y Nutrición de la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes
• Fundación Diabetes UK

Respaldo científico del uso de edulcorantes bajos en calorías

Las concretas investigaciones realizadas por el Kees de Graaf de la Universidad de Wageningen en los Países Bajos, no respaldan la idea de que el uso de edulcorantes bajos en o sin calorías pueda provocar un aumento del apetito por el dulce, el azúcar o los productos dulces. Ni que exista una asociación entre la exposición al dulce y un cambio en las preferencias gustativas.

Las investigaciones realizadas hasta la fecha muestran que no hay pruebas de que la exposición al dulzor conduzca a una mayor preferencia por el mismo. Ni a través de la exposición repetida ni a través de la respuesta a la insulina en la fase cefálica.

Finalmente, un equipo de investigación, de las universidades de Bournemouth y Wageningen, en el Reino Unido y los Países Bajos, dirigida por de Graaf, está llevando a cabo el mayor estudio realizado hasta la fecha sobre este tema, cuyos resultados se espera que estén disponibles en breve.

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