La preocupación creciente entre consumidores de todas las edades por mejorar su salud ha motivado a los fabricantes de alimentos a investigar más a fondo y desarrollar productos que se basen en adaptógenos.
Este impulso hacia la innovación dentro del ámbito alimentario no es reciente; a lo largo de la historia, pueblos originarios de distintas culturas han empleado ingredientes funcionales como hierbas y diversas especias para promover su bienestar.
Los “adaptógenos”, denominación propuesta en 1940 por Nicolai Lazarev, un científico de la desaparecida Unión Soviética (URSS), han adquirido una relevancia notable para contrarrestar los efectos del estrés, mejorar la calidad del sueño, tratar afecciones cardiovasculares, patologías autoinmunes, y otros padecimientos crónico degenerativos.
En pacientes cada vez más jóvenes, las enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide y la esclerosis múltiple, junto con cardiopatías, han aumentado debido a deficiencias en la ingesta de alimentos nutritivos. Las personas afectadas por estas enfermedades incorporan a su tratamiento médico una alimentación adecuada con el objetivo de disminuir las inflamaciones estructurales",
Señaló en entrevista exclusiva para The Food Tech®, Ramón Adalberto Castillo Pech, Presidente de Farmacias y Consultorios Barak y médico con licencia.
Súper hongos funcionales
El hongo melena de león destaca por su potencial para mejorar la función cognitiva y promover el equilibrio emocional, lo que lo convierte en un componente atractivo en la categoría de alimentos adaptógenos.
También otras especies como el cordyceps, shiitake y maitake empiezan a llegar hasta la boca del consumidor en forma de snacks, respondiendo así a la demanda de alimentos que ayuden a combatir el estrés y mejoren el rendimiento deportivo.
Si bien, ingredientes funcionales como la rhodiola se han vinculado con una gama de beneficios para la salud como la reducción de la ansiedad y la depresión, se aconseja precaución y buscar asesoramiento profesional antes de incorporar suplementos o hierbas a la dieta.
Mordiscos que llenan de vida
Pequeñas y medianas empresas (PyMEs), así como grandes corporaciones enfocadas en la creación de alimentos y bebidas, concentran una parte importante de sus esfuerzos en la investigación y desarrollo (I+D) de ingredientes funcionales. El objetivo de los gerentes en el área de I+D de estas compañías es mantener a los consumidores constantemente actualizados en cuanto a información nutricional y bienestar.
En la era digital actual, no resulta sorprendente que los usuarios de las redes sociales estén profundamente conectados y sigan de cerca a figuras íconos de la moda e influencers; celebridades que, a través de sus publicaciones, no solo guían a su audiencia en eventos destacados como alfombras rojas, sino también en situaciones cotidianas, como las comidas.
Las supermodelos de las casas de moda más prestigiadas alrededor del mundo han desempeñado un papel clave en la promoción y divulgación de ingredientes funcionales utilizados en una amplia gama de productos alimenticios, que incluyen desde bebidas sin alcohol hasta barras de granola y helados que contienen hongos beneficiosos para la salud, al igual que bebidas enlatadas y vitaminas en forma de gomitas que fortalecen el sistema inmunológico.
El sabor del bienestar
Una revisión preliminar realizada por la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, revela que las plantas Panax ginseng, Schisandra chinensis, Acanthopanax senticosus, Rhodiola crenulata y Lepidium meyenii Walp, son consideradas verdaderos adaptógenos.
Estudios recientes también han demostrado que una dieta centrada en ingredientes funcionales puede potenciar la energía y prevenir enfermedades degenerativas. Esto, sin considerar que numerosos adaptógenos actualmente presentes en bebidas y galletas, cuentan con propiedades antioxidantes esenciales para combatir el envejecimiento prematuro y prevenir la aparición de arrugas, manchas y otras imperfecciones en la piel.
¡Inclusión de sabores!
La tendencia creciente en la industria alimentaria de agregar ingredientes funcionales a los alimentos surge de la preocupación de los consumidores por mejorar la salud y esta demanda global se ve reflejada en una amplia gama de productos.
Así, las empresas se comprometen a satisfacer las necesidades de nutrición y a fomentar el equilibrio en la salud física y mental, incluso con alimentos en formatos untables con sabores que sorprenden al paladar más exigente.
No obstante, para avanzar en el ámbito de alimentos adaptógenos se necesita una inversión importante en investigación y desarrollo, junto con una necesaria labor educativa dirigida a concienciar sobre los verdaderos beneficios de estos ingredientes funcionales, con el propósito de evitar cualquier tipo de malentendido por parte del consumidor.
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