En la industria alimentaria, la fortificación con micronutrientes se ha convertido en una práctica esencial para mejorar la calidad nutricional de los productos. En México, la adición de ácido fólico en harinas es una estrategia clave para combatir deficiencias nutricionales y prevenir enfermedades como los defectos del tubo neural.
Sin embargo, optimizar la biodisponibilidad del ácido fólico sigue siendo un desafío crucial para los profesionales del sector.
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Estrategias para optimizar la biodisponibilidad del ácido fólico
- Encapsulación: La encapsulación del ácido fólico protege el nutriente de la degradación durante el procesamiento y almacenamiento de la harina, preservando su biodisponibilidad. Diversos métodos de encapsulación, como la encapsulación por aspersión o la coacervación, han demostrado ser efectivos para este propósito.
- Selección del tipo de ácido fólico: El ácido fólico sintético, como el ácido fólico monohidrato, es más estable y resistente a la degradación que el ácido fólico natural presente en los alimentos. Por lo tanto, su uso en la fortificación de harinas puede mejorar la biodisponibilidad del nutriente.
- Optimización del proceso de fortificación: Las condiciones de procesamiento de la harina, como la temperatura, el tiempo y la humedad, pueden afectar la estabilidad del ácido fólico añadido. Optimizar estos parámetros durante la fortificación ayuda a preservar la biodisponibilidad del nutriente.
Tendencias actuales
La investigación continua en el área de la fortificación con ácido fólico busca desarrollar estrategias más eficientes y novedosas para optimizar la biodisponibilidad del nutriente. Entre las tendencias actuales destacan:
- Uso de nanotecnología: La encapsulación de ácido fólico en nanopartículas ofrece una mayor protección y liberación controlada del nutriente, mejorando su biodisponibilidad.
- Desarrollo de formas estables de ácido fólico: Se están investigando nuevas formas de ácido fólico con mayor resistencia a la degradación durante el procesamiento y almacenamiento de la harina.
- Fortificación con folatos conjugados: Los folatos conjugados, como el 5-metiltetrahidrofolato, son formas más biodisponibles del ácido fólico que podrían ser utilizadas en la fortificación de harinas.
Casos de éxito en la industria alimentaria
Diversas empresas del sector alimentario han implementado estrategias exitosas para optimizar la biodisponibilidad del ácido fólico en harinas fortificadas. Algunos ejemplos incluyen:
- DSM: Esta empresa ha desarrollado un método de encapsulación patentado para proteger el ácido fólico y mejorar su biodisponibilidad en harinas fortificadas.
- Ingredion: Esta empresa ofrece una amplia gama de soluciones de fortificación con ácido fólico, incluyendo formas estables del nutriente y sistemas de encapsulación innovadores.
- Cargill: Esta empresa ha desarrollado un programa de fortificación con ácido fólico que ha contribuido a reducir significativamente las deficiencias de este nutriente en poblaciones vulnerables.
Al enfocarse en la selección de formas bioactivas, mejorar las técnicas de procesamiento y asegurar la estabilidad del nutriente durante el almacenamiento y transporte, la industria alimentaria puede ofrecer productos de alta calidad y efectividad.