De acuerdo con la Organización mundial de la salud (OMS), la obesidad humana en todo el mundo casi se ha triplicado desde 1975, con más de mil 900 millones de adultos clasificados como con sobrepeso y 650 millones de ellos obesos.
El salmón es un pescado que aporta 11 gramos de grasa por cada 100 gramos de carne, contiene algunas vitaminas pertenecientes al grupo B como la B2, B3, B6 y B9 y B12. La riqueza en grasa del salmón hace que contenga cantidades interesantes de algunas vitaminas liposolubles como la A y la D.
Además de los beneficios para el corazón, los científicos ahora plantean que el consumo de pescado puede reducir el riesgo de varios cánceres, así como muchas enfermedades crónicas como la de Alzheimer, asma, depresión, diabetes, presión alta, degeneración macular, esclerosis múltiple y artritis reumatoide.
Los péptidos de salmón y su importancia en la salud
Los péptidos de salmón bioactivos podrían proporcionar una vía prometedora para abordar el creciente problema de enfermedades causados por el aumento de la obesidad en las personas y en las mascotas.
De acuerdo con la compañía de biociencia noruega Biomega, los péptidos marinos demuestran una variedad de características que incluyen actividades antivirales, cardioprotectoras y de supresión del apetito.
En el documento, “Los péptidos de salmón y su papel potencial en el control de peso”, Biomega explica que los hidrolizados de proteínas de salmón pueden ayudar a controlar el peso y combatir las condiciones de salud relacionadas con la obesidad.
De esta manera, una serie de pruebas realizada por dicha compañía respaldan el vínculo entre los péptidos de salmón y la lucha contra la obesidad. Estudios preclínicos de 2011 indicaron que las proteínas hidrolizadas de salmón pueden prevenir la obesidad.
Al abordar los ácidos biliares (BA) como potentes reguladores del metabolismo, el estudio indicó que la concentración plasmática de BA en ratas se elevó al intercambiar la fuente de proteínas de la dieta de la caseína de la leche con el hidrolizado de proteínas de salmón (SPH). En particular, las ratas que habían sido tratadas con SPH eran resistentes a la obesidad inducida por la dieta.