Los conservadores o conservantes son sustancias químicas utilizadas en la industria alimentaria para evitar o retardar el deterioro de los alimentos.
Los conservantes en la panificación desempeñan un papel crucial al inhibir el crecimiento de microorganismos, como bacterias, levaduras y mohos, que pueden afectar negativamente la calidad y la seguridad de los productos horneados.
Además, contribuyen a mejorar la calidad de los productos horneados al prevenir el crecimiento de microorganismos no deseados, lo que garantiza que los panes, pasteles y otros productos horneados mantengan su frescura, textura y sabor durante un período más prolongado, también ayudan a mantener la apariencia visual de los productos, evitando el desarrollo de mohos o cambios no deseados en el color y la consistencia.
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Tipos comunes de conservadores utilizados en la panificación
Existen varios tipos de conservadores utilizados en la panificación, cada uno con su función y características específicas, los más comunes:
- El ácido ascórbico: También conocido como vitamina C, es un conservador utilizado en la panificación debido a su capacidad para fortalecer la masa de pan y mejorar la calidad del gluten. Además, el ácido ascórbico actúa como antioxidante, protegiendo los productos horneados del deterioro causado por la oxidación.
- El propionato de calcio: Es un conservador ampliamente utilizado en la panificación, especialmente en la producción de panes y productos de panadería envasados. Este conservador inhibe el crecimiento de mohos y levaduras, lo que ayuda a prolongar la vida útil de los productos horneados y garantizar su frescura.
- El benzoato de sodio: Es otro conservador comúnmente utilizado en la panificación. Tiene propiedades antimicrobianas y se utiliza para prevenir el crecimiento de levaduras, mohos y bacterias en los productos horneados. Además de su función conservante, el benzoato de sodio también se utiliza como regulador de la acidez en algunos productos de panadería.
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Beneficios de los conservantes
Prolongación de la vida útil: los conservantes pueden ayudar a prolongar la vida útil de los alimentos al prevenir el crecimiento de bacterias, moho y levadura. Esto puede ayudar a reducir el desperdicio de alimentos y ahorrar dinero a las empresas.
Prevención del deterioro de los alimentos: los conservantes pueden ayudar a prevenir el deterioro de los alimentos, lo que puede enfermar a las personas. Esto es especialmente importante para los alimentos que tienen un alto contenido de humedad o proteínas, que son más susceptibles al deterioro.
Mejorar la seguridad alimentaria: los conservantes pueden ayudar a mejorar la seguridad alimentaria al reducir el riesgo de enfermedades transmitidas por los alimentos. Esto es importante para las empresas que venden alimentos al público.
Los conservantes funcionan en una variedad de formas para prevenir el crecimiento de bacterias, moho y levadura Algunos conservantes, como el ácido sórbico y el ácido benzoico, actúan interfiriendo en el metabolismo de estos microorganismos.
Otros conservantes, como el ácido propiónico, actúan creando un entorno desfavorable para el crecimiento de estos microorganismos. EDTA funciona uniéndose a iones metálicos, lo que puede ayudar a prevenir el crecimiento de bacterias.
Seguridad de los conservantes
Generalmente, se consideran seguros cuando se usan en las cantidades recomendadas; sin embargo, algunas personas pueden ser sensibles a ciertos conservantes, por lo que es importante leer las etiquetas de los alimentos detenidamente para evitar aquellos que contienen conservantes a los que haya alergias.
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