Dióxido de titano, ¿qué tan peligroso es este aditivo alimentario?

El dióxido de titanio es uno de los pigmentos más controvertidos; de hecho, la Unión Europea (UE) consideró potencialmente cancerígeno y ya no se permitirá su uso en productos alimentarios a partir de agosto de 2022.

• Sin embargo, en países como Reino Unido el dióxido de titanio sigue siendo un aditivo alimentario aprobado. En muchas naciones, el uso de dióxido de titanio en pastas de dientes, protectores solares, cosméticos y medicamentos está siendo analizado.

Empresas como Ceresana se han dado a la tarea examinar el mercado global de dióxido de titanio (TiO2) a lo largo de toda la cadena de valor, desde las materias primas hasta los usuarios finales por lo que su uso como las células solares, los catalizadores de gases de escape y la producción de hidrógeno podrían ser una alternativa.

El dióxido de titanio

El dióxido de titanio se obtiene principalmente de los minerales ilmenita y rutilo.

La ilmenita puede encontrarse en yacimientos de minerales o en arenas que contienen metales pesados. El rutilo natural se forma principalmente por la cristalización del magma o por la transformación de sedimentos que contienen titanio o magmatita.

El rutilo sintético, así como las escorias de titanio, se obtienen a partir de la ilmenita. En 2020, se procesaron más de 16 millones de toneladas de ilmenita, rutilo y escoria de titanio en todo el mundo.

Alrededor del 59% de este volumen se transformó directamente en pigmentos.

El titanio es especialmente necesario para la aleación del acero. Las materias primas para su producción proceden de pocos países, como Sudáfrica, Sierra Leona y Arabia Saudí.

La demanda viene determinada principalmente por los procesadores de Asia-Pacífico, América del Norte y Europa Occidental.

Su implementación en la pigmentación

El dióxido de titanio es el pigmento blanco más importante. Resiste a los rayos UV y tiene el mayor índice de refracción. Un nuevo estudio de mercado hecho por Ceresana analizó en detalle el mercado mundial de pigmentos de TiO2.

Con una cuota de más del 56%, el área de aplicación de pinturas y revestimientos es el mercado de ventas más importante: El dióxido de titanio puede sustituir a los colores de plomo, altamente tóxicos, utilizados anteriormente. Otras áreas de aplicación son los plásticos, el papel y los textiles.

También es necesario para la fabricación de vidrio, cerámica y catalizadores. En 2020, el sector industrial de Asia-Pacífico representaba casi el 49% de la demanda mundial, seguido de cerca por América del Norte, con una cuota del 18%, y Europa Occidental, con una cuota del 14.4%.

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