Chr. Hansen desarrolló cultivos lácticos de "próxima generación" que de acuerdo con la empresa ayudan a los productores a alcanzar sus objetivos de fabricación de yogur mediante la optimización del contenido de proteínas y la oferta de probióticos documentados.
"Los consumidores están buscando opciones de comida más saludables que sean asequibles. Con esto en mente, hemos desarrollado The Perfect Partner para esto en la forma de nuestra próxima generación de culturas YoFlex y Nutrish Premium", explica Thomas Skaaning, vicepresidente sénior de cultivos alimentarios y enzimas de Chr. Hansen, en un comunicado.
De acuerdo con Skaaning, esta nueva gama ha estado en desarrollo durante tres años. “Ahora la verdadera asociación comienza con nuestros clientes para hacer el yogur perfecto juntos en beneficio de los consumidores globales", añade.
Cultivos lácticos más usados
Los cultivos lácticos son microorganismos seleccionados que se emplean en la industria alimentaria en la fabricación de yogur, queso y otros productos fermentados. Esto, debido a que estas bacterias ayudan a que se produzca la transformación del azúcar de la leche (lactosa) en ácido láctico, o lo que es lo mismo, la fermentación láctica de la leche.
Las bacterias ácido-lácticas (BAL) son los componentes más habituales de los cultivos iniciadores utilizados en la fermentación de la leche. Las más típicas se agrupan en los géneros Lactococcus, Lactobacillus, Leuconostoc y Pediococcus.
Junto a las BAL ocasionalmente se agrupan también a especies de géneros como Propionibacterium y Bifidobacterium por encontrarse en los mismos hábitats o por utilizarse con los mismos propósitos.
Las bacterias de estos tipos aparecen asociadas a la leche, la carne y materiales vegetales y son responsables de su fermentación. De forma ancestral, las fermentaciones se llevaban a cabo por microorganismos adventicios presentes en la materia prima o procedente del entorno de elaboración.
Los cultivos o bacterias lácticas características del yogurt, las cuales se han deshidratado mediante un proceso llamado liofilización, que permite que éstas se mantengan vivas y funcionales, para poder fermentar la leche.
Etiqueta limpia para lácteos
YoFlex Premium, el primer cultivo de desarrollado por Chr. Hansen, utiliza el poder de las bacterias buenas para crear una textura alta de forma natural, lo que reduce la necesidad de ingredientes añadidos, como la leche sin nata en polvo.
A principios de este año, los resultados de una encuesta que se realizó en Francia mostraron que la textura obtuvo la puntuación de la segunda más alta entre los motivadores de compra para los consumidores que adquieren yogur y leches fermentadas, después de la relación calidad-precio.
“Esto subraya el valor añadido de YoFlex Premium porque sugiere que los consumidores acogerán con beneplácito la textura mejorada que crea, independientemente de si los productores están buscando reducir los ingredientes añadidos o reducir los costos", puntualiza Skaaning.
Cabe destacar que los consumidores buscan en los anaqueles los productos libres de ingredientes añadidos, como YoFlex Premium, como parte de la tendencia a la compra e ingesta de productos que ayuden a mejorar la salud con una menor cantidad de aditivos.
Probióticos, pieza clave en alimentación saludable
Chr. Hansen también presentó tres nuevos cultivos nu-trish Premium que incluyen los probióticos bien documentados vinculados a la salud inmune y digestiva, Bifidobacterium, BB-12 y Lactobacillus rhamnosus, LGG.
De acuerdo con una encuesta de Consumidores Innova 2020, seis de cada diez consumidores mundiales buscan cada vez más productos alimenticios y de bebidas que apoyen su salud inmune. Uno de cada tres suscitó preocupaciones sobre la salud inmune en 2020 en comparación con 2019.
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