La col o repollo es originaria de Centroeuropa, aunque desde hace unos siglos se ha extendido el cultivo de col a todo el mundo. Ya los griegos, celtas y romanos usaban la col por sus numerosas propiedades medicinales.
La col contiene un 92% de agua, mucha fibra y pocas calorías e hidratos de carbono. Es rica en vitaminas A, C, E y B y en minerales como el azufre (lo cual aporta potentes propiedades antioxidantes), potasio, calcio... contiene también ácido fólico y arginina, la cual nos ayuda a combatir los resfriados.
Destaca por sus propiedades antirreumáticas, anticatarrales, digestivas, energéticas, cicatrizantes, cardiacas, y anticancerígenas (en concreto se está estudiando sus beneficios para el cáncer de mama, según el Centro de Epidemiología Vanderbilt de Tennessee Estados Unidos.
Los cultivos de col de Naylor Farms
El productor de con o repollo Coleslaw, Naylor Farms, una empresa agrícola de 110 años con sede en el Reino Unido, solicitó permiso de planificación para construir una instalación de extracción de proteínas a base de plantas en Lincolnshire para producir ingredientes proteicos hechos de repollo.
Alrededor de 2 mil toneladas métricas de cultivo de repollo y hoja de la producción de ensalada de col se reutilizarán en ingredientes de proteínas de origen vegetal semanalmente en las instalaciones previstas en Ragnall Gate, Spalding. La compañía desarrolló un proceso de extracción en frío suave que produce ingredientes funcionales de proteínas más a partir de coles.
“La proteína de repollo es rica en vitaminas y nutrientes como calcio, hierro, vitamina C, K, B2, B6, omega 3 y 3, 6 y 9 aminoácidos esenciales. De hecho, tiene cinco veces más hierro que el chícharo o la proteína de soya. El proceso está completamente patentado”, explicó Simon Naylor, CEO de Naylor Nutrition.
Los alimentos a base de plantas
De acuerdo con Naylor, el proceso de I + D tomó ocho años desde el concepto, la investigación, las pruebas hasta una fábrica en pleno funcionamiento. Siempre ha sido nuestra ambición utilizar todo nuestro cultivo de col o repollo y convertirlo en un producto alimenticio altamente nutritivo y sostenible.
El mundo tiene un creciente requerimiento de alimentos sostenibles a base de plantas para los cuales se necesitan cultivos que tengan beneficios funcionales positivos que no tengan la huella ecológica negativa de la soja, por ejemplo.
“El repollo, por otro lado, es totalmente rastreable desde el campo hasta el consumidor, sostenible y relativamente simple de cultivar con un alto rendimiento. Esta instalación innovadora se está construyendo en nuestra tierra, por lo que las millas de alimentos desde el campo hasta el procesamiento son mínimas”, concluye Naylor.
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