Expertos en mercado, innovación, desarrollo e ingredientes alimenticios especializados, analizan cada tendencia con el objetivo de lograr una comprensión profunda de la industria alimentaria para atender al consumidor, colaborar con los fabricantes en el desarrollo de extensiones a las líneas de producto existentes y de nuevos productos que sustenten estilos de vida saludables, al tiempo que satisfagan la demanda de sabores deliciosos por parte de los consumidores y sus preferencias actuales.
Simplicidad
Según Datamonitor, cada vez más, los consumidores exigen productos hechos con menos ingredientes, fáciles de entender y con etiquetas claras. Esta expansión, en lo que los consumidores consideran como “saludable”, está incidiendo en los nuevos lanzamientos de productos, fomentando el crecimiento de la categoría de productos naturales. Entre 2007 y 2009, la consultora reporta que la principal exigencia para alimentos y bebidas ha sido “simple” o “simplemente”, la cual aparece en más de 180 productos a nivel mundial.
“A medida que se acelera la tendencia a la simplicidad al formular alimentos y bebidas, resulta crucial para los fabricantes comprender el deseo de los consumidores de encontrar ingredientes fáciles de entender, como la fibra soluble de maíz y la fructosa cristalina” dice Dave Tuchler, vicepresidente Global de Mercadeo, Innovación y Desarrollo Comercial en Tate & Lyle.
El azúcar oculta y la disminución de calorías son la nueva caloría media
Para los consumidores el sabor es lo que importa, así como también reducir las calorías y el azúcar. Según Mathew Kaleel, cofundador y gerente de cartera de H3 Global Advisors, los precios del azúcar podrían dispararse desde sus niveles actuales en un 30 a 40% durante los próximos 12 a 18 meses, elevando su precio a niveles sin precedentes.
James Blunt, vicepresidente de Mercadeo y Gerencia de Productos de la División de Ingredientes Especializados para Alimentos en Tate & Lyle, indica que los fabricantes pueden disminuir el azúcar, las calorías y los costos de fabricación incorporando edulcorantes que contengan sucralosa*, un ingrediente cero calorías.
También pueden usar fructosa** cristalina, un edulcorante nutritivo con una dulzura relativa de 117, comparada con 100 de la sacarosa, en una mezcla de 50/50 de fructosa/sacarosa para ofrecer una dulzura relativa de 128 en una solución de agua con 10 por ciento de sólidos.
“Al realizar mezclas específicas de ingredientes con un perfil más alto de dulzura, el resultado final es un producto con menos azúcar, menos calorías y 100 por ciento del sabor, sin el riesgo de elevar los costos de fabricación como podría suceder en caso de usar azúcar. Es ganar-ganar en todos los aspectos”, enfatizó Blunt.
Un producto, múltiples beneficios
Los alimentos y bebidas que ofrecen variedad de valores agregados brindan a los fabricantes diferenciaciones de productos que resultan clave en un mercado competitivo. Tan sólo con tomar decisiones informadas acerca de los ingredientes, los fabricantes pueden ya, por ejemplo, formular un producto que beneficie la salud digestiva y al mismo tiempo reduzca calorías, sin sacrificar el sabor.
Al respecto, Paul Cornillon -vicepresidente global de Aplicaciones y Servicio Técnico de la División de Ingredientes Alimenticios Especializados de Tate & Lyle-, opina que comprender las preferencias y formulaciones de los clientes puede ayudar a los fabricantes a desarrollar productos que ofrezcan beneficios con valores agregados.
“Una comprensión profunda de cuáles son los temas de salud que preocupan a los consumidores y cómo comunicar los beneficios de sus productos son importantes para desarrollar un producto que ofrezca múltiples beneficios nutricionales y que cumpla tanto con los estándares de calidad como con las preferencias respecto al sabor”, explica.
Calidad de restaurante en la casa
En una economía inestable, los consumidores siguen cuidando sus bolsillos y privilegian las comidas en casa. La capacidad de recrear la experiencia de un restaurante en el hogar, contribuirá a desarrollar lealtad a la marca al dar a los consumidores la oportunidad de disfrutar sus sabores favoritos en casa.
Según Jim Miller, vicepresidente de Ventas de Ingredientes Alimenticios Especializados de Tate & Lyle para América del Norte, los fabricantes pueden satisfacer las necesidades del consumidor mediante una variedad de aplicaciones como son los paquetes para preparar comidas en casa y las comidas para preparar en el horno de microondas. Debido a los requerimientos para la producción y la distribución, y el costo de estos productos, recrear las texturas de un modo que resulte sabroso y comercialmente viable no es cuestión simplemente de copiar las recetas de los restaurantes. “La clave para recrear la comida de restaurante es incorporar la mezcla correcta de almidones y estabilizadores que resulte sinérgica con otros ingredientes en los platillos”, indica.
Las tendencias a detalle
Oreste Fieschi, gerente general para Latinoamérica de la División de Ingredientes Especializados de Tate & Lyle explica, en entrevista con Énfasis Alimentación, que México, Brasil, Argentina, Colombia y Chile son los países donde existe un mayor dinamismo en cuanto a cambios en los hábitos del consumidor. “Se percibe que cuanto mejor es el poder adquisitivo de la población de un país, además de mayor educación e información, el consumidor reacciona al conocimiento y empieza a comportarse con más exigencia”, destaca.
En el caso de la segunda tendencia para entender al consumidor, Fieschi precisa que hoy en día hay dos ingredientes que se están utilizando en la industria para reemplazar al azúcar (por sus altos costos) que son la sucralosa* y la fructosa**. “La segunda tiene un poder endulzante 17% por encima del azúcar.
Muchas veces se mezclan éstas dos y tienen un aspecto sinérgico que conduce al ahorro en costos, así como a la reducción en cuanto a cantidad de calorías”, señala el ejecutivo.
Además, destacó que en los últimos dos años y medio el porcentaje de adopción de estos ingredientes, en el caso de México, ha crecido por encima de sus expectativas, siendo los segmentos de bebidas y panificados los más importantes.
“En general se trata de una tendencia para toda Latinoamérica, motivada por un consumidor que busca productos saludables con menos calorías”, precisa.
Lo anterior, añade, está muy ligado con la tercera tendencia, debido a que en múltiples ocasiones los productos tienen más de una característica, “por ejemplo la polidextrosa se puede usar como producto de volumen, pero también es considerada una fibra. Así, se puede reducir la cantidad de grasa en la formulación (que hace el producto más saludable) y, al mismo tiempo, adicionar fibras”.
La fructosa, explica, no ofrece sólo características de endulzante sino que mejora la vida útil del producto y brinda una mejora en la percepción del sabor. En este sentido Fieschi refiere que, por ejemplo, esto es importante en el caso del consumidor mexicano, “el cual hoy está más preocupado por su salud, debido al tema de la obesidad y diabetes, por lo cual busca productos más naturales”.
Referencias
(*) El edulcorante que se menciona en el artículo es comercializado por la empresa Tate & Lyle bajo la marca SPLENDA® Sucralosa.
(**) El edulcorante que se menciona en el artículo es comercializado por la empresa Tate & Lyle bajo la marca KRYSTAR® Fructosa Cristalina