No todas las carnes de origen vegetal son iguales. El perfil nutricional de las proteínas de origen vegetal alternativas a la carne animal varía según el tipo de producto y el nivel de procesamiento, concluyó la investigación “Rethinking Plant-Based Meat Alternatives: A Taxonomy and Briefing”.
A través del reporte, a cargo de Food Foundation, se analizaron 104 tipos de carne de origen vegetal disponibles en el Reino Unido para determinar su perfil nutricional, huella ambiental y precio.
Las clasificó en tres grupos:
1. Procesadas (nueva generación)
2. Procesadas (tradicionales)
3. Menos procesadas (frijoles y granos)
Aunque las tres categorías demostraron menos emisiones de gases de efecto invernadero y huellas de agua en comparación con la carne, su valor nutricional varía significativamente.
“La gran mayoría de las alternativas a la carne de origen vegetal tienen emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y huellas hídricas considerablemente reducidas en comparación con la carne, pero el perfil nutricional de las alternativas a la carne de origen vegetal varía según el producto y el nivel de procesamiento”, subraya la investigación.
Aunque se encontró que las tres categorías de alternativas a la carne de origen vegetal analizadas contienen menos calorías, niveles más bajos de grasas saturadas y niveles más altos de fibra en promedio en comparación con los productos cárnicos analizados.
Incluso, las alternativas a la carne de origen vegetal tienen, en promedio, menos proteínas en relación con la carne de origen animal.
No obstante, advierte que agrupar todas las alternativas puede ser engañoso, ya que oculta las diferencias en el valor nutricional y los beneficios para la salud.
¿Cuáles son las mejores opciones?
El análisis mostró que las alternativas vegetales procesadas (de nueva generación) tienen, en promedio, menos calorías, grasas saturadas y más fibra que sus equivalentes alternos a la carne animal.
Mientras que el contenido proteico de las alternativas vegetales tiende a ser menor que el de los equivalentes de carne, pero para algunos tipos de productos (tocino, carne picada y salchichas) las diferencias son mínimas.
“Las alternativas más procesadas, a menudo promocionadas como las últimas y mejores, pueden no ser tan saludables como parecen. Pueden ser ricos en sal y bajos en nutrientes esenciales como el hierro y la vitamina B12”, indicó el estudio.
Solo un tercio de las alternativas a la carne de origen vegetal más procesadas están fortificadas con hierro y vitamina B12, y la categoría procesada (nueva generación) tiene el nivel más alto de sal de las tres categorías.
En el caso de algunas hamburguesas a base de plantas pueden estar llenas de aditivos poco saludables, otras pueden estar hechas con ingredientes enteros a base de plantas, se lee en el documento.
También se notó que en algunas salchichas de origen vegetal pueden ser altas en sodio, mientras que otras pueden ser una buena fuente de proteínas y fibra.
Por lo que los resultados advierten que hay oportunidades para que la industria mejore la fortificación y las fórmulas para reducir el contenido de sal, señala la investigación.
Alternativas menos procesadas
Mientras que las alternativas menos procesadas, como los frijoles y los granos y cereales, ofrecen un perfil nutricional más equilibrado. Son más bajos en grasas saturadas, calorías, sal, aportan más fibra.
Además, son más accesibles, lo que los convierte en una opción viable para los consumidores con un presupuesto limitado.
“En general, al comparar la carne con sus equivalentes más cercanos de la categoría procesada (nueva generación), vemos diferencias mucho menores en una variedad de indicadores nutricionales que cuando comparamos productos cárnicos con productos procesados (tradicionales) y legumbres y cereales”, destaca el estudio.
También se descubrió que, dependiendo del producto, hay una marcada diferencia en el nivel de procesamiento por el que pasan las alternativas vegetales a la carne, así como diferencias en el perfil nutricional.
Por lo que los investigadores creen que existe la oportunidad de que las alternativas vegetales a la carne más procesadas estén mejor fortificadas con micronutrientes esenciales, principalmente hierro y vitamina B12.
Las tres categorías de origen vegetal que presentamos tenían un contenido de fibra superior al de la carne.
Aunque, en general, las alternativas tradicionales procesadas a la carne, como el tofu y el tempeh, así como los alimentos vegetales integrales, como las legumbres y los cereales son alternativas más nutritivas que la carne.
Carnes de origen vegetal, una solución prometedora
Este estudio, además, expuso que las proteínas vegetales no solo contribuiría a mitigar los problemas de inseguridad alimentaria, sino también daría una opción más accesible para todas las personas.
Sin embargo, la transición hacia una dieta basada en plantas enfrenta varias barreras, tales como la falta de conciencia y comprensión sobre sus beneficios.
Muchas personas todavía asocian estos alimentos con sabores “simples y poco atractivos”.
Para superar estos desafíos, la investigación propone una mayor promoción sobre la diversidad y el sabor de los alimentos basados en plantas.
Además, de impulsar campañas de educación e información para que los consumidores puedan tomar decisiones informadas sobre sus elecciones alimentarias.
También sugiere mayor inversión en investigación y desarrollo, así como en estrategias de marketing para incrementar la aceptación de los productos vegetales entre la población.
El estudio se centró en alternativas a la carne de origen vegetal, como alimentos integrales a base de plantas y alternativas a base de plantas.
Las alternativas ricas en proteínas a la carne pueden presentarse en forma de alimentos integrales, como frijoles, pescado o insectos.
También están los alimentos procesados que utilizan tecnología para producir sustitutos de la proteína animal que se elaboran a partir de plantas, como frijoles, nueces, algas, insectos o células animales.
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