El restaurante italo-argentino Gardela destaca por su selección de platillos de gastronomía internacional que tienen la intención de cautivar a los paladares más exigentes y así atender las demandas del consumidor actual.
Con su reciente apertura en Bosques de Las Lomas, Ciudad de México, la cual se suma a su sucursal Roma, este restaurante nace por tres importantes razones:
- atención a la calidad de las materias primas
- detalle en la elaboración de cada platillo
- amor por la buena comida
El establecimiento ofrece a los comensales toda una experiencia culinaria, en un ambiente lleno de toques de vanguardia y estilo minimalista. Con inspiración italo-argentina, estos restaurantes se han convertido en todo un clásico gastronómico en la Ciudad de México.
Continúa leyendo: Cadena de restaurantes será centro de culto del Real Madrid en México
Una propuesta con amor a la buena comida
Los ingredientes y productos que se utilizan en Gardela se obtienen de productores locales e internacionales tales como:
- Argentina
- Estados Unidos
- Canadá
- Italia
- Francia
Por ejemplo, el salmón es traído desde Canadá, la burrata de Italia y los ostiones Kumamoto llegan con la mayor frescura desde Washington, USA.
En ambas ubicaciones del restaurante todos los platillos se preparan al momento, el pan recién horneado de masa madre es el acompañante perfecto de las salsas de la casa y de los cortes de carne en su punto.
En su Raw Bar destaca la Mariscada Gardela, los tiraditos y los aguachiles. Su cava cuenta con más de 100 etiquetas de todo el mundo, la mayoría de ellas procedentes de selectas bodegas boutique.
Además de sus cortes que incluyen una línea con certificación Kosher, en este nuevo restaurante ofrecen entradas como las tradicionales empanadas, carpaccios y tacos. Y también pescados, pulpos a la parrilla y camarones.
También sus pastas italianas, como los ravioles y sorrentinos son elaborados con materias primas de alta calidad. Finalmente, los postres como el tradicional panqueque de dulce de leche con helado de vainilla, o el profiterol con salsa con notas de café́, son un verdadero deleite a los sentidos.