El alza de algunas de las frutas y verduras más consumidas por los mexicanos se acentuó tanto en los últimos días que su precio por kilo roza o incluso supera los 64.76 pesos de un salario mínimo, según el Sistema Nacional de Información e Integración de Mercados (SNIIM) de la Secretaría de Economía (SE).
El kilo de tomate cuesta hasta 65.90 pesos (1.14 pesos más que el minisalario) y la calabacita italiana lleva a venderse de 36 a 52.20 pesos, revelan monitoreos de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).
A su vez, las cifras más recientes del SNIIM de la SE indican que sólo en una semana subió 15 por ciento en promedio el precio al mayoreo de 12 de las 20 frutas y verduras que monitorea en Central de Abastos, pero hay casos como la cebolla y el chile serrano que registran incrementos de 25 y 30 por ciento.
Todo ello se produce en momentos en que el Banco Mundial (BM) alertó nuevamente que los precios de los alimentos “siguen muy altos y aún están cerca de sus máximos históricos” y se suma al disparo de 0.52 por ciento que registró la inflación general en México para la primera quincena de marzo, la más alta en 15 años para ese lapso, como reportó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Los productos afectados
El reporte del SNIIM detalla que 12 productos hortifrutícolas registraron precios “al alza” en la semana del 18 al 22 de marzo, con aumentos que oscilan de unos cuantos centavos hasta 2 y 3.60 pesos por kilo en su venta al mayoreo en la Central de Abastos y que atribuye a la baja de producción por el clima, como las heladas que afectaron la cosecha de tomate y calabacita en varias entidades, o las lluvias del frente frío 35 que dañaron los cultivos de zanahoria en Guanajuato.
El promedio de los aumentos al mayoreo es de 15 por ciento, pero el chile serrano se encareció 30.14 por ciento en siete días, la cebolla bola 25; el chile jalapeño, 18.18; el tomate verde, 17.65; el plátano Tabasco o Chiapas, 16.05; el limón, 14.88, y el aguacate 14.63 por ciento.
En menor medida también tuvieron aumentos la papa, el chile poblano, la zanahoria, la naranja valencia y la guayaba en porcentajes que van de 1.14 a 5.11 por ciento.
Si la comparación se hace en términos anuales resulta que algunos de los 12 productos monitoreados por el SNIIM acumulan un alza anual de 86 por ciento (chile poblano) y hasta 478 por ciento (tomate verde).
El encarecimiento de alimentos se profundiza al menudeo, ya que en mercados y tiendas de autoservicio se duplica o triplica el precio al mayoreo de centrales de abasto.
Así, mientras un kilo de papa se vende en la Central de Abasto a 9.38 pesos, al menudeo llega a comercializarse entre 16 y 20 pesos. El chile jalapeño oscila de 13 a 29 pesos, el poblano de 10.50 a 38.90, la cebolla de 10 a 29.90, la zanahoria de 3.60 a 30 pesos, el tomate de 24 a 65.90, el melón de 6.64 a 20.20 pesos, el plátano de 5.35 a 16.90, el limón de 8.95 a 29.90, el aguacate de 15.28 a 35.90, la naranja de 3 a 12.90, la guayaba de 10 a 28.90 pesos por kilo.
Alza en frutas y verduras
Tales aumentos en sólo siete días confirman la tendencia al alza en los alimentos, ya que en la primera quincena de este mes la inflación de los productos agropecuarios llegó a 2.92 por ciento, con lo que casi quintuplicó la tasa general de 0.52 por ciento registrada para la inflación general del periodo que también resultó histórica, según las estadísticas de INEGI.
En esa quincena “el precio del tomate verde subió 39.78 por ciento, con un impacto de 0.05 puntos en el índice nacional de precios al consumidor (INPC); el jitomate subió 15.38 por ciento (impacto de 0.05 puntos en el INPC); la calabacita 40.29 por ciento (impacto de 0.04 puntos) y el huevo con alza de 2.70 por ciento (impacto de 0.02 puntos, es decir, que estos cuatro productos generaron un impacto en el INPC de 0.16 puntos”, señaló el Grupo Financiero Santander.
En su más reciente 'alerta' sobre los precios de los alimentos, el BM sostuvo que se han abaratado durante el último semestre, debido a una caída en la demanda de cereales y el aumento de inventarios. Pero insistió en que se mantienen altos y advirtió que ello influye no sólo en las condiciones de hambre y desnutrición en el mundo, sino también en la obesidad, porque las personas optan por productos más baratos y menos nutritivos.
Recordó que México es uno de los nueve países donde se concentra la mitad de la población con sobrepeso del mundo y anticipó que una mayor demanda de alimentos de éste junto con Corea, Indonesia, China y Turquía “puede ejercer presión sobre el mercado”, aunado a problemas por la sequía en varias naciones y el constante aumento del petróleo.
Fuente: La Jornada