La marca de Atún Tuny será producida, en su totalidad, con energías procedente de fuentes renovables, una vez que la planta procesadora en Manzanillo, en el estado de Colima, comience a funcionar en su totalidad con electricidad limpia.
A partir de esta acción se espera evitar la emisión de más de 12 mil 200 toneladas de dióxido de carbono (CO2) anuales al ambiente, lo cual contribuirá a la lucha contra el cambio climático.
Lo anterior ha sido posible luego de que Grupo Marítimo Industrial (Grupomar), propietario de la marca Atún Tuny, y la empresa energética Iberdrola México firmaron un acuerdo para que éste último suministre energía renovable para su planta procesadora de atún Tuny en Manzanillo.
Gracias a esta alianza, el Grupo avanzará en sus metas a favor del medio ambiente y, al mismo tiempo fortalecerán, con energía renovable, su compromiso con el cuidado de nuestro ecosistema.
Para garantizar que la energía utilizada provenga de fuentes limpias, se contempla la adquisición de Certificados Internacionales de Energía Renovable (IRECs), vinculando el suministro eléctrico a la generación de las plantas eólicas y fotovoltaicas de Iberdrola México, informaron en un comunicado.
Este compromiso fortalece los esfuerzos de sostenibilidad de la marca de atún y supone un avance en la reducción de su huella de carbono.
“Gracias a esta alianza, avanzamos en nuestras metas a favor del medio ambiente y fortalecemos, con energía renovable, nuestro compromiso con el cuidado de nuestro ecosistema”, manifestó Antonio Suárez Gutiérrez, presidente del Grupo, durante la firma de contrato en la Ciudad de México.
Industria alimentaria, intensivo en el uso de energía
La industria alimentaria y agroindustrial consumen alrededor del 30 por ciento de la energía eléctrica a nivel mundial, según datos de la Agencia Internacional de Energías Renovables (Irena).
Es un dato relevante considerando que ambas actividades primarias representan el 35 por ciento de todos los empleos en el mundo y el 10 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) mundial, señala un estudio de Bain & Company.
El mismo también subrayó la necesidad de transformar el sistema alimentario del mundo, ya que es una industria fundamental para lograr cero emisiones netas de gases de efecto invernadero y mejorar la nutrición y la salud de los 8 mil millones de personas de la Tierra.
Especialistas han advertido el desafío que enfrenta la industria alimentaria mundial de adoptar modelos de producción más sostenibles, impulsados tanto por los graves efectos del cambio climático. Así como por la creciente demanda social de procesos con menor consumo de materias primas y energía.
En este contexto, la fabricación de productos alimenticios sostenibles debería centrarse en reducir las emisiones contaminantes a lo largo de todo el ciclo de producción.
Lo anterior sobre todo, si se considera que la energía, junto con las materias primas y los envases, representa el 60% del costo total de producción de alimentos, según varios estudios.
Por lo tanto, optimizar el uso de energía y hacer que sea más eficiente y renovable es fundamental, han advertido especialistas, reducir el impacto ambiental en esta industria.
Las empresas del sector buscan implementar soluciones que disminuyan su huella de carbono y para producir alimentos con menor gasto energético.
Este enfoque no solo responde a las exigencias del mercado, sino que también busca mitigar los efectos del cambio climático, uno de los mayores retos que enfrenta la humanidad.
La transición hacia procesos productivos más limpios es una prioridad para garantizar la sostenibilidad en el futuro de la industria alimentaria global, han destacado expertos de la industria.
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