La salud de la mujer es visto como una de las categorías de más rápido crecimiento en el espacio de probióticos y sin embargo sigue siendo un mercado ampliamente "pasado por alto". Sin embargo, Chr. Hansen tiene como objetivo fortalecer su posición en este sector a lo largo de 2021.
Durante generaciones, la atención proactiva de las mujeres por su salud íntima fue vista como algo que tenía que ser "oculto", y muchas carecían de conocimiento y autonomía para gobernar sus propios cuerpos.
La naturalidad de los probióticos
La salud de la mujer solía referirse únicamente al espacio urogenital, o a la salud vaginal y del tracto urinario. "Ahora, también estamos pasando a soluciones más especializadas para la salud de las mujeres, que es lo que el consumidor quiere", explica Hansen.
Una tendencia importante en este espacio ha sido el cambio de soluciones de salud artificiales o excesivamente farmacéuticas a ingredientes más naturales y etiquetas más cortas y limpias.
Las anteriores mesas redondas de la industria de revelaron cómo las mujeres representan un lucrativo mercado de consumo más allá de las categorías tradicionales de fertilidad y menopausia.
Mitos sobre las cepas probióticas
La cepa específica y su cantidad es importante para apoyar la microbiota, subraya Ulla Holmboe Gondolf, jefe de asesores científicos, división de salud humana en Chr Hansen.
"Definitivamente hay un concepto erróneo sobre la cantidad de cepas y unidades formadoras de colonias (Unidades formadoras de colonias) en un producto. Algunos creen que cuantos más UFC y cepas haya en un producto, mejor", añade Gondolf.
Otra falsa creencia es que una mayor variedad de bacterias presentes en un producto también mejora su función. En contraste, GR-1 exhibió un efecto, revelando que los probióticos producen beneficios para la salud específicos de la cepa, no sólo el género o la especie.
El compromiso del consumidor y su educación
La especificidad de la tensión elucidante es solo un ejemplo de cómo los consumidores necesitan ser mejor educados. Mejor educación conduce a más interés en productos probióticos, creciendo la categoría de salud de las mujeres aún más.
"Una de nuestras grandes tareas es educar al consumidor para encontrar el producto probiótico adecuado porque sabemos que hay tantos productos por ahí", sostiene Gondolf.
Esa tarea no comienza con las campañas de redes sociales, sino con la ciencia, dice Hansen. Educar a los profesionales de la salud y a los principales líderes de opinión de la industria se reduce al consumidor final.
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