Marián, la marca de galletas de La Costeña, reafirmó su compromiso, por segundo año consecutivo, con la concientización sobre la importancia de la detección oportuna del cáncer de mama.
Cada mes de octubre ha sido dedicado a aumentar la conciencia y sensibilización sobre el cáncer de mama, una de las enfermedades más frecuentes y la principal causa de mortalidad entre las mujeres en todo el mundo.
Para apoyar esta causa, la marca de galletas entregó un cheque simbólico por 300 mil pesos. El donativo será destinado a fortalecer los esfuerzos en la prevención y detección temprana del cáncer de mama entre las mujeres mexicanas.
“Estamos de la mano de Fundación Cima apoyando a esta gran labor (...) y grandes experiencias de vida que nos llenan de muchísima esperanza. Así que esta edición especial (de tartaletas de fresa de Marián) refrenda el compromiso que tenemos con y para las mujeres”, dijo Ana Belén Díez, directora de Marketing de La Costeña.
En su intervención, Eliza Puente Reyes, directora de Fundación CIMA, agradeció el apoyo de la marca, pues dijo que estas iniciativas son importantes para ayudar a crear conciencia y proporcionar recursos que permitan a más mujeres acceder a pruebas de detección.
Destacó que el cáncer de mama afecta principalmente a mujeres de entre 40 y 50 años, grupo en el que se registra el 45% de los casos. El 55% restante se distribuye entre mujeres de 20, 30 y hasta 70 años.
Afecta también a hombres
Agregó que, aunque la incidencia en hombres es inferior, pues representa solo el 1%, el cáncer de mama masculino tiende a ser más agresivo y suele diagnosticarse en etapas más avanzadas.
Lo anterior porque muchos hombres no consideran que puedan tener cáncer de mama, lo que retrasa la búsqueda de atención médica.
Eliza Puente Reyes subrayó la importancia de saber que tanto hombres como mujeres deben someterse a exámenes como la mastografía y el ultrasonido. “La detección temprana es clave”, dijo.
Durante el evento resaltó que cuando la enfermedad se detecta en etapas avanzadas, se transforma en un cáncer de mama metastásico, que puede extenderse a otros órganos y volverse incurable.
Reflejo de lo anterior es que actualmente, en México, se registran entre 18 y 20 muertes diarias por esta enfermedad. Lo alarmante es que alrededor del 70 por ciento de los casos se diagnostican en etapas avanzadas.
Esto significa que muchas mujeres enfrentan una batalla difícil, con tratamientos más prolongados y costosos, tanto a nivel físico como psicológico.
En el 75% a 85% de los casos, el cáncer de mama es curable si se detecta a tiempo”, apuntó la directora de la Fundación CIMA, que trabaja para crear conciencia sobre la importancia de la detección temprana.
Anteproyecto de Ley
La Fundación CIMA, en colaboración con 14 asociaciones y 25 organizaciones adicionales a nivel nacional, ha trabajado durante los últimos 12 años para impulsar la creación de la Ley General de Cáncer en México.
Dio a conocer que han elaborado un anteproyecto de ley, que está listo para ser revisado en la Cámara de Senadores y Diputados.
Ha realizado mesas de trabajo con más de 100 especialistas, académicos y legisladores para impulsar el anteproyecto y garantizar su apoyo.
La directiva habló de la importancia de la autoexploración para detectar cualquier alteración en las mamas. Pero para tener un diagnóstico efectivo es vital consultar directamente con un oncólogo.
Reiteró la importancia de realizarse mamografías y autoexámenes mensuales, pues la detección temprana es crucial.
Puntualizó que la única manera de confirmar la presencia de cáncer es a través de una biopsia. No se puede confiar únicamente en estudios de imagen.
Factores de riesgo
Eliza Puente Reyes dijo que hay factores de riesgo para desarrollar la enfermedad. Entre los factores no modificables están el hecho de ser mujer, la edad y ciertos aspectos hormonales, como haber tenido la menstruación a una edad temprana y experimentar la menopausia a una edad tardía.
Por otro lado, los factores modificables incluyen hábitos de vida que pueden influir en el desarrollo del cáncer.
La directora de la Fundación CIMA enfatiza la importancia de una alimentación equilibrada, que limite el consumo de grasas saturadas y azúcares. Las células cancerosas se alimentan de la grasa, por lo que es fundamental mantener un peso saludable y evitar la obesidad.
También se ha resaltado la necesidad de evitar el tabaco y el consumo excesivo de alcohol, ya que estos son factores de riesgo bien documentados. El sedentarismo es otro aspecto en contra.
La fundación también subraya que las mujeres que no han tenido hijos o no han amamantado pueden enfrentar un mayor riesgo.
Aunque no se trata de eliminar por completo ciertos alimentos, sino de balancear las porciones y la frecuencia de su consumo, explicó.
Para ello, recomiendan un plato que contenga al menos un 50% de verduras y un 25% de carbohidratos complejos, complementado con frutas y proteínas magras.
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