México se consolida como el tercer mayor productor de mango a nivel mundial y se posiciona como el segundo país exportador de esta fruta, superado solo por India.
La producción de mango en México superó las 2 millones 237 mil toneladas en 2023, la mayor cantidad en la última década, y se registró un incremento del 5% en la superficie destinada al cultivo, según datos de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural.
Especialistas sostienen que el país tiene el potencial para liderar el mercado con la implementación continua de mejores prácticas agrícolas y fitosanitarias.
“México tiene el potencial para convertirse en el líder mundial en exportación de mangos, pero esto exige un esfuerzo significativo de nuestra parte para consolidarnos como la primera opción en el mercado global”, comentó Juan José Nava, administrador general de La Pedregoza, una empresa exportadora del fruto basado en Sinaloa.
Aseguró que los productores y empacadores de mango deben cumplir con los rigurosos procesos para asegurar la calidad del fruto desde la cosecha hasta que llega al consumidor, tal como lo demanda el mercado internacional.
Con el respaldo de iniciativas promovidas por instituciones como el National Mango Board, y un real compromiso con la sostenibilidad y la innovación, México está en camino de reforzar su posición en el mercado global, agregó.
Fruto tropical con toque internacional
A nivel global, el mango ocupa el tercer lugar en términos de volumen de exportación, solo detrás de la piña y el aguacate, muestran datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura
Subraya que la producción anual supera los 67.2 millones de toneladas, con México ubicándose como el tercer mayor productor global, junto a gigantes agrícolas como China, India, Indonesia y Pakistán, que en conjunto generan más del 53% de la producción mundial.
El mango, considerado uno de los productos agroalimentarios con mayor potencial económico en el mercado internacional, está posicionando al territorio mexicano como un exportador líder a nivel mundial en su producción y exportación.
La temporada de exportación para los mangos frescos se extiende de marzo a octubre, mientras que los mangos deshidratados pueden exportarse hasta noviembre.
La diversidad de climas y terrenos en estados productores como Sinaloa, Oaxaca y Chiapas permite una producción continua y variada, esencial para satisfacer la creciente demanda global.
Reto, cumplir con estrictos controles
Las empresas exportadoras son clave para impulsar el crecimiento de esta industria, por lo que han implementado rigurosos controles de calidad y procedimientos fitosanitarios para expandir sus exportaciones a mercados exigentes como Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda y Japón.
Uno de los procedimientos que ha seguido es lavar con agua caliente el mango para eliminar larvas de moscas y otros patógenos. Así garantiza que los productos cumplan con los más altos estándares internacionales.
Este mismo proceso es realizado con los pallets que transportan la mercancía al extranjero. La madera utilizada para su construcción se calienta en hornos, a temperaturas mayores a 56°C, con el objetivo de garantizar su higiene y cumplir con la Norma Internacional Fitosanitaria (NIMF15).
Procesan mangos para reducir la merma
La empresa exportadora de mangos frescos y deshidratados localizada en Sinaloa señala que para cumplir con las normas internacionales ha innovado en el manejo de la merma.
Esto a través de un proceso para deshidratar los mangos que no cumplen con los estándares establecidos, pero que son aptos para su consumo, lo cual ayuda a reducir el desperdicio y añade valor a la fruta.
El mango deshidratado se comercializa tanto a nivel local como internacional, encontrando un nicho importante en las principales tiendas de retail en Estados Unidos.
Además, la empresa ha explorado el mercado de esta fruta enchilada para el mercado local, aunque este representa una fracción menor de su producción total.
Para cumplir las reglas en materia de sostenibilidad, una de las exigencias del mercado internacional, ha implementado proyectos de energía solar y tratamiento de aguas residuales para reducir su impacto ambiental y mejorar la eficiencia operativa.
Además, comparte y reutiliza los pallets dentro de la cadena de suministro, con el objetivo de reducir la huella de carbono y los residuos generados en la operación.
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