Tokio, (EFE).- El índice de precios al consumo (IPC) de Japón aumentó un 2,5 % interanual en noviembre debido al encarecimiento de la alimentación y en especial de los productos de primera necesidad, informó hoy el Gobierno nipón.
El ritmo de subida del índice, que excluye los precios de los alimentos frescos por su alta volatilidad, bajó ligeramente con respecto al mes anterior, en el que la inflación fue del 2,9 %, según los datos publicados este viernes por el Ministerio del Interior y Comunicaciones.
Es el vigésimo mes en que la inflación se sitúa por encima del objetivo actual del 2 % del Banco de Japón (BoJ).
Encarecimiento de alimentos
La aceleración del IPC japonés en el undécimo mes de 2023 vino marcada por un encarecimiento de la alimentación del 7,3 % interanual, si se excluyen los alimentos frescos.
En concreto, el precio de los productos básicos como los huevos se incrementaron un 14,2 % interanual, el de las verduras aumentó un 10,5 % y el de las frutas, un 17,6 %.
La subida de precios de los alimentos viene siendo en los últimos meses la impulsora del IPC nipón y contrarresta el abaratamiento que ha ido experimentando la energía desde el pasado marzo y que fue del 10,1 % interanual en noviembre.
Cayó el coste del gas
En lo que respecta al precio de la electricidad, cayó en dicho mes un 18,1 % y el coste del gas se redujo un 11,6 %, mientras que los precios de otros productos energéticos, entre ellos los carburantes, se encarecieron un 1,9 %, pero a un ritmo inferior al del mes precedente, cuando fue del 4,8 %.
Los precios de la ropa y el calzado aumentaron en noviembre un 2,8 %, y el coste de las actividades vinculadas al ocio y la cultura subieron un 7,5 % con respecto al mismo mes del año precedente.
La inflación subyacente, que excluye el precio de los alimentos frescos y de la energía, aumentó un 3,8 % con respecto al año previo, dos décimas por debajo de la cifra del mes anterior.
El banco central japonés viene resistiéndose a subir los tipos de interés y está poniendo especial énfasis en la importancia que la inflación subyacente tiene a la hora de indicar cuál es la presión inflacionaria real que está experimentando la tercera economía mundial, sobre todo la derivada de la demanda, que sigue débil.
En sus previsiones económicas más recientes, publicadas en octubre, el banco central japonés decidió elevar su estimación de inflación para el actual ejercicio fiscal, hasta el 2,8%.
Continúa leyendo: Las uvas de Perú ingresan por primera vez al mercado japonés