Moscú (EFE) - Los agricultores moldavos protestan en Chisinau por segundo día consecutivo para exigir al Gobierno subsidios "reales" para poder competir con sus colegas del este de Europa tras mantener la Unión Europea (UE) el veto al grano ucraniano en cinco países y proporcionarles ayudas financieras para apoyarles.
Los agricultores llegaron a la capital la víspera con decenas de tractores y se dirigían a la Gran Plaza de la Asamblea Nacional, porque, según decían "estamos a cinco minutos de la bancarrota".
El presidente de la Asociación "Forza Fermierilor", Alexander Slusari, explicó al primer ministro, Dorin Recean, quien se acercó a hablar con los agricultores, que los agricultores no tienen dinero para salarios ni para el diésel que necesitan para la cosecha.
La razón de la delicada situación del sector es la sequía del año pasado, la guerra en la vecina Ucrania, la ruptura de la cadena logística, los precios exorbitantes de fertilizantes, pesticidas y diésel, y el colapso de los precios de la producción agrícola debido a la presión por los productos provenientes de Ucrania, indicó.
"Los agricultores están llenos de deudas con todos los acreedores. Los precios de producción están en caída libre", pues han pasado de 4 a 2 lei (de 20 a 10 céntimos), recalcó la asociación.
Según los agricultores, no pueden vivir cuando se vende el pan a 6 lei (30 céntimos) y ellos suministran el trigo a 2,80 lei, de acuerdo con la cadena de televisión NOI.
Agricultores en bancarota
De acuerdo con el medio moldavo NewsMaker, el sector reclama una compensación de 3.000 lei por hectárea (153 euros) de trigo, colza y la cebada hasta que no se restrinjan las importaciones de productos agrícolas de Ucrania.
Los agricultores moldavos afirman que en Polonia, Rumanía, Hungría, Eslovaquia y Bulgaria, sus colegas recibieron financiación adicional de fondos europeos por un importe de más de 300 millones de euros además de las subvenciones básicas de entre 200 y 400 euros por hectárea.
Además, recuerdan, la Comisión Europea (CE) prolongó hasta el 15 de septiembre las medidas preventivas temporales adoptadas a principios de mayo por las cuales esos cinco países pueden restringir las importaciones de trigo, maíz, colza y semillas de girasol de Ucrania.
Recean recalcó hoy que el ministro de Agricultura, Vladímir Bolea, se encuentra en Bruselas para abordar el problema del sector moldavo con la Comisión Europea y pedir ayuda comunitaria para resolver el problema.
Explicó que el fondo para subsidios agrícolas este año asciende a 1.600 millones de lei (81,7 millones de euros) y que lo que piden los agricultores implicaría el desembolso de 700 millones de lei adicionales (35,7 millones de euros).
La presidenta moldava, Maia Sandu, expresó hoy su deseo de que el Gobierno y el sector encuentren soluciones que satisfagan, al menos parcialmente, las expectativas de los agricultores, ya que hay que tener en cuenta las posibilidades reales del Estado actualmente, según recoge Unimedia.
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