París, (EFE).- Las políticas europeas son uno de los principales motivos de crítica de los agricultores franceses que llevan cinco días movilizándose y que prometen continuar sus protestas al menos durante toda esta semana.
"Habrá acciones toda la semana y el tiempo que sea necesario", ha avisado este lunes Arnaud Rousseau, el presidente de la principal organización profesional del sector en Francia, la Federación Nacional de Sindicatos de Explotaciones Agrícolas (FNSEA).
En una entrevista a la emisora de radio France Inter, Rousseau ha explicado que lo que ilustran las movilizaciones que se extienden por el país es "el hartazgo" y que "lo que quieren los agricultores es volver a dar a su oficio una forma de dignidad, hablar de la cuestión del ingreso y de la competitividad".
Alemania, Países Bajos y Rumania también protestan
En referencia a las protestas que proliferan también en otros países como Alemania, Países Bajos o Rumanía, ha insistido en que "el fundamento común es la incomprensión del marco europeo actual".
En concreto, ha hablado del "Green Deal, el pacto verde que tiene una visión claramente de decrecimiento puesto que implica que bajemos nuestra producción en Europa cuando las importaciones se disparan".
Ha denunciado "la incomprensión de lo que se pide a los agricultores" porque, si bien por una parte se constata que hay que producir para alimentar a la población, el consumidor europeo exige calidad, naturalidad y al mismo tiempo aumentan las entradas de productos del exterior.
Coherencia del sindicato agrícola francés
Para el responsable del primer sindicato agrícola francés, hay una falta de "coherencia" en las decisiones europeas.
"No se pueden tener por un lado -ha dicho- acuerdos comerciales que (permiten importar) productos con condiciones de producción que no son las nuestras y, por otro, exigir a la agricultura francesa, reconocida como una de las más sostenibles, condiciones de producción que los productores no pueden aguantar".
Desde el pasado jueves, grupos de agricultores con sus tractores mantienen bloqueada -con filtración de vehículos- la autopista A64 entre Toulouse y Tarbes.
A ellos se han ido sumando otros en varios puntos de Francia. Este lunes, decenas de tractores se han ido concentrando al sur de Perpiñán, con la intención de organizar una acción que podría afectar a la autopista A9, la que llega de la frontera española. Algo parecido se ha organizado en los accesos a la central nuclear de Golfech, al sureste de la ciudad de Agen.
Para hacer frente a esta crisis que parece extenderse y con numerosas derivaciones políticas a menos de cinco meses de las elecciones europeas, el primer ministro francés, Gabriel Attal, recibe esta tarde a partir de las 18.00 a los máximos responsables de la FNSEA y de Jóvenes Agricultores. EFE
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