CHICAGO (Reuters) - Los agricultores de Estados Unidos están planeando aumentar la superficie de maíz en 2023, teniendo en cuenta los precios más bajos de los fertilizantes necesarios para el cultivo y con la esperanza de una cosecha abundante después de una sequía de finales de temporada que marchitó la cosecha de granos del año pasado y dejó los suministros cerca de un mínimo de una década.
Los planes para la próxima temporada se formularon a pesar de las crecientes dudas sobre la demanda y el aumento de los precios de la soja, que superaron a los del maíz a finales del año pasado. Pero las primeras previsiones de superficie y las entrevistas con los agricultores muestran que su fe en la mayor cosecha de Estados Unidos no ha mermado.
Una gran cosecha del mayor exportador de maíz del mundo, junto con una demanda más modesta a medida que se enfría el crecimiento económico mundial, podría moderar aún más los precios del alimento, que se usa como combustible y pienso, que ha bajado después de alcanzar un máximo de 10 años cuando Rusia invadió Ucrania hace un año.
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La baja del costo de insumos clave como los fertilizantes en el segundo semestre de 2022 despertó esperanzas de que el maíz fuera rentable en 2023, a pesar de que normalmente requiere una gestión más activa y una mayor inversión financiera que el segundo cultivo comercial de Estados Unidos, la soja.
Vamos a ser muy maiceros y probablemente lo más maiceros que hemos sido en mucho tiempo", dijo Brandon Hunnicutt, que cultiva 2.300 acres (930 hectáreas) con su padre y su hermano cerca de Giltner, en el estado de Nebraska.
El presupuesto para los cultivos de su granja en 2023, elaborado a medida que la cosecha de 2022 terminaba, prevé que alrededor del 90% de esas hectáreas se dediquen al maíz, dijo Hunnicutt, en contraste con el 55% de 2022.
Hunnicutt citó la fiabilidad de los rendimientos de maíz como una razón clave para ir a lo grande en 2023.
En el maíz, es un poco más científico", dijo. "La soja puede ser una especie de ... 'bueno, supongo que rociaremos un fungicida y veremos si funciona'".
Los analistas de S&P Global Commodity Insights prevén que los agricultores estadounidenses planten 90,5 millones de acres de maíz en 2023, un 2,2% más que el año anterior, y un aumento más modesto del 0,6% para la soja.
Los agricultores estadounidenses alternan la soja y el maíz en un intento de mantener la salud del suelo. Tras favorecer la soja el año pasado, cuando se dispararon los precios de los fertilizantes, muchos se disponen a dedicar la mayor parte de esos campos al maíz.
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