La escasez de insumos por los efectos del cambio climático es un reto que exige aplicar las tecnologías para hacer más con menos. De tal forma que se atienda la demanda de proteína animal apetecible, inocua y nutritiva.
En ese sentido, la crianza industrial de pollo, cerdo y bovinos deberá aumentar 70%, un reto que ya impone presiones a la producción de granos sobre todo maíz amarillo, sorgo, trigo y avena. El objetivo es atender la demanda de proteína animal de 10 mil millones de habitantes en el mundo.
Sin embargo, el cambio climático impondrá mayores desafíos ante la falta de agua, degradación de los suelos y climas extremos, por lo que será necesario sumar esfuerzos entre sector privado y gubernamental para sortear los efectos.
Te recomendamos: Alimentación y cambio climático: Un debate global con Julia Collins y Beatriz Jacoste en THE FOOD TECH SUMMIT & EXPO 2024
Acciones para enfrentar el cambio climático
Especialistas del Consejo Nacional de Fabricantes de Alimentos Balanceados y de la Nutrición Animal (CONAFAB), comparten algunas acciones que esta industria ejecuta para impulsar la producción de proteína animal con un menor impacto al medio ambiente:
- Reciclar. En un año este sector recicla 28 millones de toneladas de alimentos en promedio, y con ello se reduce la huella de carbono y desperdicios. De los cuales 720 mil toneladas se utilizan como subproductos, con lo que se generan de ingredientes inocuos que permiten la creación de otros alimentos balanceados.
- Producción y uso de biocombustible elaborado con grasas recicladas de origen animal, en el que se genera una cantidad menor de CO2, en comparación con las emisiones de diésel en plantas convencionales. En este proceso, las plantas de reciclaje tienen un papel fundamental en sus procesos productivos, ya que retienen cinco veces más de emisiones de efecto invernadero (GEI).
- Desarrollar alternativas para sustituir algunas materias primas. Por ejemplo, granos y la pasta de soya, ingredientes fundamentales para la producción de alimento balanceado.
- Mejorar la conversión alimenticia. Hace años para producir un kilo de huevo se necesitaban 4.5 kilos de alimento balanceado y hoy se logra con 1.95 kilos. Para un de carne de pollo se lograba con 4.5 kilos de alimento y ahora con 1.85.
- Transitar hacia esquemas de auto generación de electricidad basada en fuentes renovables, como paneles solares e incluso buscan soluciones que van más allá como aprovechar el calor residual de algunos procesos para producir energía eléctrica.
No dejes de ver: Empresas tendrán que adaptarse al cambio climático con nuevas enmiendas en Normas ISO