La asociación Industry Food Supplements Europe (FSE) rindió un homenaje al impacto y la relevancia de la directiva de Suplementos Alimenticios de la Unión Europea (UE), que cumple 20 años. La directiva fue un trampolín para que el sector de los suplementos de la UE funcionara de una manera más eficaz.
Dicha institución estableció a los suplementos como una de las principales categorías alimentarias, proporcionando a los consumidores confianza en la seguridad de los productos vendidos en todo el mercado. Asimismo, actuó como modelo de regulación y piedra angular para la formulación de acuerdos transfronterizos para el sector de los suplementos internacionales.
“El objetivo principal de la Directiva de Suplementos Alimenticios era proteger a los consumidores de la UE y al conmemorar el 20º aniversario de la Directiva, FSE cree que ahora es un buen momento para reflexionar sobre el futuro de la industria y sobre cómo la suplementación puede permitir a la UE hacer frente a los desafíos sociales a los que nos enfrentamos”, indicó Patrick Coppens, director de asuntos científicos y regulatorios de FSE.
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La regulación de los suplementos alimentarios antes de la FSE
Antes de la adopción de la directiva sobre complementos alimenticios, el sector de los complementos alimenticios de la UE estaba creciendo en popularidad, pero no existía una legislación regional específica que lo regulara. Los estados miembros, los grupos de consumidores y la industria estaban interesados en una regulación más eficaz para garantizar que los productos a la venta fueran seguros y que los usuarios de suplementos no fueran engañados.
Al establecer un marco jurídico en virtud de la legislación alimentaria, basado en la notificación de los productos en lugar del registro, y al armonizar las sustancias nutricionales que pueden utilizarse en los complementos alimenticios como fuentes de nutrientes, la Directiva representó un gran salto adelante.
“Podemos sentirnos orgullosos del impacto positivo de la Directiva de Suplementos Alimenticios. Durante 20 años, ha proporcionado claridad y nutrido un entorno en el que las empresas de buena reputación pueden operar y prosperar. Ha logrado un equilibrio entre la seguridad del consumidor y el acceso a los suplementos”, comentó Martina Simova, presidenta de FSE.
Los suplementos de mala calidad como principal problema
Los organismos reguladores en los Estados Unidos no tienen suficiente supervisión de los nutracéuticos, lo que lleva al mercado a inundarse de suplementos cuestionables, que crean inseguridad para los proveedores de atención médica, los pacientes y los fabricantes, argumentó el Colegio Americano de Farmacología Clínica (ACCP).
Junto con la posición de la organización de que el personal de atención médica carece de conocimientos críticos sobre los productos de suplementos, la ACCP está pidiendo medidas para mejorar la industria y la educación para profesionales y consumidores por igual.
Como resultado de las normas actuales, la implementación de las directrices GMP solo requiere consistencia interna en la calidad del producto y pruebas limitadas de contaminantes, subraya ACCP en un documento de posición publicado en The Journal of Clinical Pharmacology.
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