Según las Naciones Unidas, el sector agrícola y forestal global es responsable del 13% al 21% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero causados por la actividad humana. Esta información generó una preocupación en los consumidores, quienes están tomando en cuenta los aspectos ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) al seleccionar los productos que compran.
En un estudio realizado por PWC en 25 países, se descubrió que la mitad de los consumidores toman en cuenta las preocupaciones ESG al momento de tomar decisiones de compra.
Es por ello que el sector cafetalero en Brasil se encuentra enfocado en reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en sus fincas. Esto fue identificado como una de las principales prioridades por "Brazil. The Coffee Nation", un proyecto liderado por la Brazilian Specialty Coffee Association (BSCA) y la Brazilian Trade and Investment Promotion Agency (ApexBrasil).
Se estima que las plantaciones de café de Brasil tienen la capacidad de absorber alrededor de 10.5 toneladas de dióxido de carbono equivalente por hectárea al año. Sin embargo, los productores de café no se conforman con esto y están trabajando en nuevas formas de profundizar su contribución a un planeta más sostenible.
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Crece la preocupación por las emisiones de gases de efecto invernadero
En todo el mundo, la mayoría de las emisiones de gases de efecto invernadero en las fincas cafetaleras provienen del uso de fertilizantes nitrogenados. Estos liberan óxido nitroso, que es perjudicial para el clima.
Sin embargo, para reducir estas emisiones, existen varias técnicas y procedimientos que se pueden implementar, como el uso eficiente de agua, combustible y electricidad, la instalación de paneles solares para generar energía limpia, prácticas regenerativas y manejo biológico. Estas prácticas son comunes y ampliamente utilizadas en las fincas cafetaleras en Brasil.
Nos hemos dado cuenta de que los beneficios de las prácticas en la finca han aumentado con los años. Estamos muy orgullosos de ser carbono negativos, la finca también se volvió orgánica, esto es realmente el resultado de una producción que entró en armonía con la naturaleza, más fuerte en defensa propia, logrando más resiliencia”, comentó Paula Urtado, productora de cafés especiales de la finca Três Meninas, en la región de Cerrado Mineiro.
Los beneficios de una industria sostenible
Según Paulo Ferreira, un especialista en desarrollo sostenible, el mercado del café carbono neutral está en constante crecimiento, y es importante que los agricultores se mantengan actualizados con los nuevos requisitos y estándares para obtener beneficios tanto para ellos mismos como para el mundo.
Al producir café de manera responsable dentro de las prácticas ambientales adecuadas, los caficultores pueden obtener la certificación correspondiente, lo que puede aumentar su aceptación en el mercado, especialmente en Europa y América, que tienen una alta demanda de café sostenible.
Los productores brasileños están mejorando sus tecnologías para alcanzar la producción más sostenible. Esos esfuerzos tienen como objetivo garantizar la sostenibilidad económica en toda la cadena de valor del café, desde el grano de café hasta la experiencia de la taza del consumidor”, concluyó Vinicius Estrela, director ejecutivo de BSCA.
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