Santander, (EFE).- El uso de las herramientas líticas permitió hace 2,5 millones de años que la especie humana incorporase la carne en su dieta, algo que hizo que el ser humano desarrollase su cerebro y sus capacidades cognitivas.
Así lo han señalado los expertos que participan en el congreso “Prehgastro” que se celebra en Santander y que trata sobre la evolución de la dieta humana, un recorrido por lo que comían los ancestros y las evidencias arqueológicas descubiertas en el patrimonio prehistórico de Cantabria.
La profesora de Prehistoria y responsable del grupo de investigación EvoAdapta de la Universidad de Cantabria (UC), Ana B. Marín, ha explicado que la carne supuso la explotación de un nuevo nicho ecológico que hasta el momento no había sido explotado porque los humanos se dedicaban a recolectar frutos, hojas y tubérculos.
“Son muy importantes los cambios metabólicos que se producen en el cuerpo a raíz de incluir la carne en la dieta humana: lo que antes requería a nivel digestivo una gran energía para procesar alimentos, ahora esa energía se dedica al desarrollo cerebral”, ha añadido.
Los huesos, clave del descubrimiento
Pero, ¿cómo se sabe qué alimentos comían? Las excavaciones de grupos de investigadores en las cuevas prehistóricas que habitaron los grupos humanos hace millones de años, y los restos óseos que dejaron en estos espacios, son las pruebas que han permitido conocer el pasado de la dieta humana.
Las marcas de carnicería o de cocinado en los huesos de animales encontrados y su posterior análisis científico han hecho posible definir e identificar qué animales y qué partes de estos mamíferos utilizaban los neandertales para alimentarse.
También los dientes humanos hallados revelan las dietas que siguieron a través de los análisis bioquímicos realizados y han ayudado a reconstruir el medioambiente y el clima del pasado.
“La cocina es un rasgo distintivo y único de la especie humana. No somos lo que comemos, sino cómo lo comemos. Eso es lo que nos ha permitido evolucionar y llegar a lo que hoy somos como especie humana”, ha añadido Marín.
Prehistoria y gastronomía se unen en “Prehgastro”
Los conocimientos sobre la dieta humana prehistórica y la gastronomía se unen en las jornadas “Prehgastro”, a través de una nueva experiencia denominada “arqueogastronomía”, que pretende ser un nuevo modelo de negocio turístico, cultural y gastronómico para Cantabria.
Un proyecto que, según ha destacado la consejera de Cultura de Cantabria, Eva Guillermina Fernández, durante su inauguración, impulsará la oferta cultural y turística poniendo de manifiesto la riqueza del patrimonio arqueológico y gastronómico regional.
Según la consejera se trata de un “claro ejemplo” de cómo la innovación y la colaboración pueden ser motores de desarrollo económico y cultural, en especial en zonas rurales, ya que es donde se encuentran las cuevas prehistóricas de Cantabria.
La alcaldesa de Santander, Gema Igual, también ha participado en esta inauguración en la que ha destacado que chefs de reconocido prestigio de la región contarán a partir de ahora con los “menús prehgastro”, en donde se demuestra que la materia prima y la elaboración de los alimentos están ligadas a los antepasados prehistóricos.
La programación de este congreso continuará mañana con conferencias, mesas redondas y una sesión de cocina viva, en la que diferentes cocineros de Cantabria, a partir de los conocimientos adquiridos sobre la dieta de los antepasados y fusionando la gastronomía contemporánea, elaborarán diferentes platos y propuestas.
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