Estrasburgo (Francia), (EFE).- El Parlamento Europeo adoptó este miércoles normas más ambiciosas para la reducción del desperdicio de alimentos y textiles en la Unión Europea (UE), donde se generan cada año 60 millones de toneladas de residuos alimentarios y 12,6 millones de restos textiles.
El Parlamento, reunido en sesión plenaria en Estrasburgo (Francia), respaldó por 514 votos a favor, 20 en contra y 91 abstenciones, una propuesta legislativa con objetivos más elevados para 2030 a fin de reducir el desperdicio de alimentos y también hacer que los productores de textiles corran con los gastos de recogida, clasificación y reciclaje.
Los eurodiputados concluyen con esta votación la primera lectura sobre la revisión de la directiva Marco sobre Residuos, propuesta por la Comisión en julio del año pasado, y ahora corresponderá al nuevo Parlamento, tras las elecciones europeas, continuar con la tramitación del expediente.
Respecto a los alimentos, el Parlamento aprobó objetivos más amplios que reduzcan la generación de residuos en al menos un 20 % durante la transformación y producción de alimentos, en vez del 10 % propuesto por la Comisión Europa, y el 40 % 'per cápita' en el comercio minorista, la restauración, los servicios alimentarios y los hogares, frente al 30 %.
Objetos ambiciosos para combatir desperdicio
El Parlamento acordó además que la Comisión analice si debe proponer objetivos más ambiciosos de cara a 2035, llegando a al menos el 30 % en los alimentos y el 50 % en los desperdicios textiles.
En cuanto a los residuos textiles, los eurodiputados quieren que la UE aplique los principios de la economía circular y aprobaron ampliar los programas de responsabilidad ampliada del productor (EPR, por sus siglas en inglés), a través de los cuales los productores de textiles tendrían que sufragar los costes del reciclaje de los productos.
Inciden además en que los países de la UE contarán con 18 meses para establecer estos sistemas, frente a los 30 meses inicialmente propuestos por la Comisión, según recoge el comunicado de la Eurocámara.
Las nuevas normas abarcan un amplio abanico de productos como ropa, accesorios, mantas, calzado o colchones, así como otros que contengan materiales textiles (como el cuero o el caucho), en un momento en el que, según recalca el Parlamento, menos del 1 % de todos los textiles del mundo son reciclados en nuevos productos.
La eurodiputada del grupo de Conservadores y Reformistas Europeos y ponente del informe, Anna Zalewska, recalcó que el Parlamento "ha ideado soluciones específicas" para reducir el desperdicio de alimentos "como promover las frutas y verduras feas" o "donar productos no vendidos" pero que se tratan de "alimentos consumibles".
"En el caso de los textiles, también queremos incluir productos no domésticos, alfombras y colchones, así como la venta a través de plataformas en línea", agregó Zalewska.
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