México. - Kilimo, la empresa de Agtech de monitoreo y gestión del riego busca posicionarse como la mejor solución para medir y reducir el uso de agua en el campo mexicano. La actividad de riego en el campo es una de las labores más importantes de la agroindustria; el agua es el elemento más limitado para la actividad agrícola y si no está presente, es imposible la obtención de resultados favorables.
Como parte de su compromiso con la gestión eficiente del riego, Kilimo estará generando nuevas alianzas con organizaciones que compartan la misión de comunicar conocimiento a productores, ayudándolos en mejorar la toma de decisiones para sus cultivos. Por eso, a través de la Academia de Riego, Kilimo se une con el Colegio Mexicano de Ingenieros en Irrigación (COMEII) para generar foros de interés dirigidos al sector agrícola.
El objetivo de este acercamiento es ayudar a los productores a diagnosticar la situación actual de la agricultura en el país y profundizar los conocimientos sobre tendencias en el uso del agua. La unión de Kilimo y COMEII busca contribuir al desarrollo hidroagrícola del país, ofreciendo información relevante y de valor para hacer más eficiente la mayor parte del riego tecnificado en el territorio mexicano.
Kilimo y su influencia en el campo mexicano
En México existen un millón cien mil hectáreas bajo riego tecnificado, ocupando con estas cifras el 6° lugar a nivel mundial en este rubro. Al mismo tiempo algunos estados de México como Baja California, Baja California Sur, Sonora, Chihuahua, Coahuila e Hidalgo sufren la escasez hídrica poniendo en peligro la sostenibilidad de las empresas.
En un escenario adverso para el riego, Kilimo se transforma en una herramienta capaz de colaborar con los productores regantes. A través de un balance hídrico automático que se alimenta de datos satelitales, climáticos y del suelo, la Kilimo ha contribuido con el ahorro de más de 72 mil millones de litros de agua en 150.000 hectáreas monitoreadas en Latinoamérica.
Con la tecnología implementada por la plataforma, el productor puede monitorear el estado hídrico de sus cultivos a diario, desde cualquier lugar y en cualquier momento, puede controlar la operación y diseñar un plan de riego basado en datos validados, eficientar el uso de recursos y reducir los costos de producción a través de ahorro en agua.
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