Para Kellogg el Día Mundial de la Alimentación resulta importante porque tiene como objetivo implementar una serie de mejores prácticas y disminuir el hambre en México y el mundo, a través tres puntos clave:
- Contribución al campo por medio de prácticas agrícolas más sustentables
- Donaciones en conjunto con instituciones aliadas para apoyar a los más vulnerables e información a los consumidores para buenos hábitos y consumo responsable.
- Disminuir el desperdicio de alimento.
Alineados a esta celebración, Kellogg y el Centro Internacional para el Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), en 2019 lograron la reutilización del 100 % del agua que usan en sus instalaciones y que 294 mil agricultores en todo el mundo implementaran prácticas sostenibles en sus tierras.
Para este año, la compañía pretende impulsar en buena medida programas de alimentación infantil como Mejores días, proporcionando a los niños acceso a la nutrición que necesitan en comunidades de todo el mundo.
Una de las alianzas más importantes que tiene la firma es con la Red de Bancos de Alimentos de México, con quienes cada año realizan distintos donativos que beneficien personas de escasos recursos para garantizar que continúen teniendo acceso a los mismos, a pesar de la pandemia.
Con estas iniciativas Kellogg refuerza su compromiso con el crecimiento y la alimentación de los mexicanos durante esta época crítica. Evitando el desperdicio de alimentos agrícolas, seguirán trabajando para beneficiar al mayor número de personas, al mismo tiempo seguir poniendo el ejemplo como líderes en el tratamiento de la seguridad alimentaria global, la resiliencia climática y el bienestar.
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Reducir el desperdicio de alimentos y cuidar la alimentación
- Planificar las compras semanalmente. Revisar en el refrigerador y en la alacena los productos y cantidad que realmente hacen falta para consumir en el transcurso de la semana.
- Preparar nuevas recetas con lo que sobre en el refrigerador. Es común que quede un poco de cada alimento que se preparó, pero en lugar de tirarlo, se puede crear otra receta para la cena o el día siguiente. Si hay fruta madura que no está fresca para consumir, se puede aprovechar en licuados o algún postre.
- Organizar los alimentos por fecha de caducidad. Además de ordenar por caducidad, es importante tener a la vista en el refrigerador lo que hay que consumir pronto, y detrás los que aguantan un poco más.
- Congelar los productos que no se usarán inmediatamente. Si no utilizarán pronto la carne, el pollo o algunos vegetales, congélarlos en recipientes adecuados es una buena opción.
- Si comes en restaurante, pide para llevar lo que no terminaste. Es común que las porciones que sirven sean abundantes, y al pedir para llevar lo que quedó puede aprovecharse para la cena o comida ligera al día siguiente.