Santo Domingo (EFE).- Los veintidós países participantes en la XXVIII Cumbre Iberoamericana aprobaron este sábado una carta ambiental iberoamericana, una carta de principios y derechos en entornos digitales, un plan para la seguridad alimentaria y una nueva arquitectura financiera.
Este último punto fue el documento que más dificultó el consenso de los líderes iberoamericanos, algo que consiguieron durante el almuerzo sostenido en el Palacio Nacional de Santo Domingo después de la primera parte de la plenaria.
En la clausura de la sesión, celebrada en la capital dominicana, el presidente de República Dominicana, Luis Abinader, anunció que los jefes de Estado y de Gobierno habían logrado alcanzar acuerdos en las cuatro materias que formaban los ejes temáticos de la cumbre.
La primera Cumbre Iberoamericana presencial desde la irrupción de la pandemia de la covid-19 consiguió así alcanzar las metas que se había propuesto, "resultados concretos" para mejorar las vidas de manera tangible, según definió en la inauguración el titular de la Secretaría General Iberoamericana (Segib), el chileno Andrés Allamand.
Ya en la clausura, acontecida este sábado, Allamand señaló que el diseño de la nueva arquitectura financiera permitirá generar el entorno para que los países tengan una mayor facilidad para el acceso al crédito en los mercados internacionales.
Esto "para que los países puedan recuperarse más rápidamente y tener los recursos que necesitan para afrontar los desafíos que tienen por delante, como la transición digital y la cohesión social", sostuvo Allamand.
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Seguridad alimentaria, tema clave en la cumbre
El propósito de esta nueva arquitectura financiera es explorar nuevas opciones más equitativas de financiamiento para enfrentar retos como la pobreza, el hambre, la crisis climática o la desigualdad.
También se aprobó un plan regional que marca una ruta para una seguridad alimentaria inclusiva y sostenible, en un contexto donde el hambre y la incertidumbre para conseguir alimentos se ha acentuado y afecta a más de 250 millones de latinoamericanos.
Este camino se trazará a través del aumento de la productividad y de las ayudas y programas para los pequeños productores familiares, que son los que sostienen en su gran mayoría los sistemas agroalimentarios de la región, a los que se contempla dotar de tecnología para favorecer su digitalización y acceso a mercados.
La carta ambiental pretende, a su vez, dar respuesta conjunta a la emergencia climática en una de las regiones del mundo donde más se sienten los efectos del calentamiento global con sequías, deshielo de glaciares, incendios e inundaciones, entre otros desastres naturales.
Con la carta sobre principios y derechos ambientales, los líderes iberoamericanos buscan anticiparse a una escenario de aceleración de la transición digital, en el que se espera dar un marco normativo para un mundo cambiante que implican legislaciones específicas para proteger las libertades y derechos de los ciudadanos.
La próxima Cumbre Iberoamericana se celebrará en Quito el 29 de noviembre de 2024, con el foco puesto en la protección del medio ambiente y en el combate al crimen transnacional, así como en asuntos específicos como resolver la crisis de gobernabilidad y violencia que atraviesa Haití.
Foto: EFE/ Orlando Barría
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