El día internacional de los alimentos congelados se estableció formalmente en 1984, cuando el presidente Ronald Reagan decidió que este día sería conocido como el “Frozen Food Day”, para así fortalecer los méritos de la industria en los Estados Unidos.
- Desde 1930, el día 6 de marzo marcó un antes y un después en la industria de la alimentación. Pues ese día, en una tienda de Massachusetts, Estados Unidos, se vendieron al público los primeros alimentos congelados.
De acuerdo con la Agencia de Seguridad Alimentaria del Reino Unido (FSA, por sus siglas en inglés), en ese país se descartan siete millones de toneladas de alimentos al año, y una de las razones son los "miedos infundados" que tienen muchos consumidores sobre el uso del freezer.
Un estudio elaborado por dicha agencia reveló el desconocimiento, en el Reino Unido, acerca de cómo congelar alimentos de manera segura.
De ese análisis derivó que el 43% de los consumidores creen que la comida solo puede ser congelada el día en que se compra.
El 38% considera que es peligroso volver a congelar carne luego de haber sido cocinada y el 36% dijo que la comida dejaba de ser segura al ser congelada.
Los especialistas señalan que usar el freezer para conservar alimentos es un excelente recurso que permite extender el período de tiempo en el que se pueden consumir los alimentos.
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¿Los alimentos congelados conservan sus propiedades nutricionales?
De acuerdo con el Consejo Argentino Sobre seguridad de Alimentos y Nutrición, el efecto de la congelación en el contenido nutricional de los alimentos es mínimo.
Algunas frutas y verduras se blanquean (introduciéndolas en agua hirviendo durante un periodo de tiempo corto) antes de congelarlas para desactivar las enzimas que podrían seguir causando daños, incluso en el freezer.
Este método puede provocar la pérdida de parte de la vitamina C (del 15 al 20%). Lo cual equivale a las pérdidas que ocurren cuando las frutas y verduras "frescas" se almacenan a temperatura ambiente.
Finalmente, en el caso de la carne de ave, vacuna y pescado congelado, prácticamente no se pierden vitaminas ni minerales debido a que la congelación no afecta a las proteínas, a las vitaminas A y D, ni a los minerales que ellos contienen.
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