Cada 15 de marzo se conmemora el Día Mundial de los Derechos del Consumidor, una fecha clave para reflexionar sobre la importancia de proteger a quienes adquieren bienes y servicios en todo el mundo.
En la industria de alimentos, bebidas y packaging, el etiquetado de los productos y la transparencia en la información son elementos esenciales para asegurar la protección y el ejercicio pleno de estos derechos.
Con una mirada puesta en el año 2025, los expertos prevén un crecimiento en las exigencias regulatorias y la necesidad de contar con datos cada vez más confiables y accesibles.
Panorama normativo en México y Latinoamérica
El etiquetado en América Latina está regido por distintas normas que varían según cada país; sin embargo, las más conocidas incluyen el Codex Alimentarius y recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
En el caso de México, la Norma Oficial Mexicana NOM-051-SCFI/SSA1-2010 establece las especificaciones generales de etiquetado para alimentos y bebidas no alcohólicas preenvasados.
Esta normativa fue actualizada en 2020, reforzando las disposiciones sobre sellos de advertencia en productos con contenidos elevados de azúcar, sodio, grasas saturadas y calorías totales.
Para 2025, se prevé una mayor armonización de las normas en la región, impulsada por tratados de libre comercio y la necesidad de competir en mercados globales.
Importancia de la transparencia para los derechos del consumidor
El “día de los derechos del consumidor” pone de relieve la importancia de exigir a las empresas y gobiernos que provean información fiable y accesible.
La transparencia ya no es una simple ventaja competitiva, sino un requisito fundamental para toda marca que busque posicionarse de forma positiva ante los compradores y los socios B2B.
- Acceso a información clara: Según datos de la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO), un 65% de los consumidores mexicanos considera que la información en las etiquetas es su principal recurso para decidir una compra fundamentada.
- Decisiones de compra más conscientes: Un etiquetado detallado sobre ingredientes, alérgenos y contenido nutricional permite que los consumidores, y particularmente los clientes empresariales que buscan integrar productos en sus cadenas de valor, tomen decisiones alineadas con políticas de salud y sostenibilidad.
- Generación de confianza: Informes de la consultora global Nielsen señalan que, ante la proliferación de productos “limpios” o “naturales”, el consumidor final tiende a dudar de afirmaciones de marketing poco fundamentadas. Por ello, contar con sellos certificados y una etiqueta completa genera un mayor nivel de credibilidad.
Tendencias de mercado hacia 2025
Los cambios regulatorios y la creciente conciencia social sobre la calidad de los alimentos también han impulsado nuevas tendencias en el etiquetado y la transparencia. Algunas de las más destacadas incluyen:
Etiquetado limpio (“Clean Label”)
La demanda por productos con listas de ingredientes simples y de procedencia clara ha aumentado significativamente.
- De acuerdo con un estudio de Market Research Future, el mercado global de alimentos “clean label” podría alcanzar un valor superior a los 50 mil millones de dólares a nivel mundial para 2024.
En América Latina, estos números van en ascenso, ya que el consumidor local se interesa cada vez más por conocer el origen de los ingredientes y la huella ecológica del producto.
Sustentabilidad y empaques ecológicos
Con el crecimiento de la cultura ambiental, las empresas se esfuerzan por reducir la huella de carbono en toda la cadena de valor.
El etiquetado sostenible no solo informa sobre ingredientes, sino que también puede exhibir certificaciones relacionadas con empaques biodegradables o reciclables.
En este sentido, la transparencia se extiende a comunicar los procesos de producción y el uso de materiales amigables con el medio ambiente.
Tecnología de trazabilidad
La transformación digital ha permitido que, cada vez con más frecuencia, los consumidores y clientes empresariales tengan acceso a la historia completa de un producto, desde su origen hasta su llegada a la tienda, tecnologías como:
- blockchain
- códigos QR
- sistemas ERP (Enterprise Resource Planning)
Contribuyen a una trazabilidad más detallada, lo cual es esencial para quienes desean verificar la legitimidad de los datos, sobre todo en sectores tan sensibles como los alimentos y bebidas.
Seguridad alimentaria y sellos de calidad
La pandemia de COVID-19 incrementó la preocupación por la salud y la inocuidad alimentaria. Para 2025, se espera que los sellos de calidad (ISO 22000, FSSC 22000, BRC, etc.) continúen ganando relevancia.
Estos estándares internacionales, además de asegurar la calidad del producto final, garantizan controles de inocuidad en todas las etapas de la producción.
Incluir esta información de forma clara en el etiquetado se ha convertido en una práctica fundamental para atraer y retener a clientes cada vez más exigentes.
Retos para la industria alimentaria y de bebidas
A pesar de los avances, existen desafíos que las empresas enfrentan para cumplir con las regulaciones de etiquetado y las expectativas de transparencia:
- Adaptación a normas cambiantes: La implementación de la actualización de la NOM-051 en México y normativas análogas en otros países de Latinoamérica ha supuesto una inversión significativa en rediseño de etiquetas, análisis nutrimentales y estrategias de comunicación. Las pymes del sector enfrentan especialmente dificultades financieras y logísticas al momento de alinearse con estos requerimientos.
- Costos de certificación: Obtener sellos de calidad y certificaciones internacionales puede ser costoso, sobre todo para las empresas de menor tamaño. Sin embargo, la inversión resulta indispensable si se desea posicionar el producto en mercados exigentes como el estadounidense o el europeo.
- Información verídica y marketing responsable: Con el auge de la demanda por productos saludables y naturales, existe la tentación de presentar información ambigua o exagerada en las etiquetas. Los organismos reguladores y asociaciones de consumidores han incrementado la supervisión para evitar prácticas engañosas, lo que exige un mayor rigor en la elaboración de mensajes de marketing.
- Educación del consumidor: Dar a conocer el nuevo etiquetado y sus implicaciones a los usuarios finales y a clientes B2B requiere campañas de comunicación efectivas. Solo así podrá lograrse que la transparencia se convierta en un valor agregado y no en un elemento malinterpretado o subutilizado.
Oportunidades y estrategias para un futuro transparente
Pese a los desafíos, las empresas que logren implementar buenas prácticas en materia de etiquetado y transparencia se verán recompensadas por un consumidor que cada vez valora más la honestidad y la responsabilidad social. A continuación, se identifican algunas estrategias recomendadas:
- Colaboraciones y alianzas: Trabajar con proveedores y organismos certificadores que garanticen la calidad y la trazabilidad de los insumos puede traducirse en un mensaje más convincente para el comprador final o corporativo.
- Transformación digital y sistemas integrados: Invertir en tecnología para la gestión de la cadena de suministro (como ERP o blockchain) permitirá optimizar procesos y brindar información en tiempo real sobre la trazabilidad del producto.
- Comunicación clara y accesible: Más allá de cumplir con la normativa básica de etiquetado, se sugiere adoptar un lenguaje sencillo y la inclusión de herramientas (códigos QR, enlaces a sitios web, etc.) que ayuden al usuario a profundizar en información relevante, como valores nutricionales, procedencia de ingredientes o políticas de sostenibilidad de la empresa.
- Capacitación interna: Formar a los equipos de marketing, producción, logística y ventas sobre las normativas vigentes y los principios de transparencia. Tener un equipo alineado con la visión corporativa es clave para garantizar la coherencia del mensaje en todos los niveles.
- Monitoreo de tendencias globales: Para adelantarse a los requerimientos, las organizaciones deben mantenerse informadas sobre las regulaciones y tendencias en etiquetado en mercados líderes, como Estados Unidos, la Unión Europea y Asia. Esto facilita la adaptación progresiva de los productos, evitando costos por cambios de último minuto y posicionando a la marca como innovadora.
Continua leyendo: Más allá del greenwashing: estrategias reales para empresas sustentables en el sector alimentario
Perspectivas para 2025 y más allá
Con la conmemoración del “día de los derechos del consumidor” como telón de fondo, el futuro de la industria de alimentos, bebidas y packaging se inclina fuertemente hacia la transparencia y la responsabilidad social.
El 2025 marcará un momento en el que los marcos regulatorios serán todavía más estrictos, y los clientes, tanto empresariales como finales, exigirán garantías sólidas de calidad y seguridad. Algunas previsiones incluyen:
- Etiquetas inteligentes: El uso de dispositivos electrónicos o digitales (como etiquetas NFC o RFID) que permitan almacenar y actualizar información detallada sobre la procedencia, condiciones de transporte y fecha real de caducidad del producto.
- Certificaciones integrales: No bastará con una sola certificación de calidad; se buscarán sellos que cubran aspectos medioambientales, sociales y de salud. Los esquemas de comercio justo y los programas de responsabilidad social corporativa (RSC) pueden ganar relevancia en el etiquetado.
- Mayor colaboración público-privada: Entidades gubernamentales, asociaciones de consumidores y la industria podrán colaborar de forma más estrecha para diseñar políticas que mejoren la coherencia y eficacia del etiquetado y la protección de los derechos del consumidor.
- Retroalimentación en tiempo real: Las plataformas digitales que permitan a los usuarios calificar y compartir opiniones sobre la veracidad de la información en la etiqueta se convertirán en un factor clave para la reputación de las marcas.
- Impulso de la innovación: Ante un mercado cada vez más competido, las empresas que quieran destacar recurrirán a la innovación no solo en los productos, sino en la forma de comunicar sus valores y procesos de fabricación.
La industria alimentaria y de bebidas está en un momento crucial, impulsada por la necesidad de cumplir con normas cada vez más estrictas en etiquetado y transparencia, y por un mercado global con expectativas muy altas en cuanto a la calidad y seguridad de los productos.
El “día de los derechos del consumidor” nos recuerda que, en última instancia, la prioridad radica en proteger la salud y el bienestar de la población, brindando información clara y veraz.
Para 2025, las empresas que adopten una estrategia de transparencia sólida y se comprometan con las mejores prácticas de etiquetado estarán mejor posicionadas, no solo para generar confianza entre los consumidores, sino también para responder ágilmente a las exigencias de los entornos regulatorios internacionales.
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