La apuesta por la sostenibilidad por parte de las empresas en los últimos años ha ido creciendo. Sin embargo, incorporar medidas sostenibles parece repercutir en la imagen, y en los resultados de las compañías.
Diversos estudios señalan que en un 17% las empresas que consideran que su balance se ha visto beneficiado por este tipo de acciones verdes. Mientras que un 22% creen que registrarán este impacto en los próximos cinco años.
Según un estudio realizado por The Harris Poll para Google Cloud, un 97% de los ejecutivos españoles planea implementar una estrategia de sostenibilidad o ya la tiene en marcha.
Sin embargo, el 58% de los directivos encuestados a nivel mundial considera que su organización “exagera” estos esfuerzos.
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6 aspectos indican que la estrategia de sostenibilidad no es la correcta
1.Sostenible, sí, pero a medias. La estrategia de sostenibilidad de una organización debe estar planteada de forma que involucre a todos los departamentos y personas de la compañía. No seguir este criterio sería incurrir en un error grave en el que caen muchas empresas.
2. No medir el impacto. Los propósitos de un plan de sostenibilidad exitoso deben ser ambiciosos, objetivos, alineados con los valores de la empresa, medibles y alcanzables. A pesar de ello, muchas organizaciones carecen de herramientas para conocer el rendimiento actual de estas estrategias.
3. Green-hushing. A la falta de comunicación de estas estrategias o sus resultados se le llama green-hushing, es un signo de que si no se comunica, algo se oculta. Por eso, es fundamental compartir datos o cifras contundentes para demostrar transparencia y conocer si las acciones sostenibles aplicadas han surtido efecto.
4. Prescindir de los expertos. Contar con un experto en materia de sostenibilidad es clave para identificar las necesidades específicas de la organización para reducir su impacto en el medio ambiente. Este experto también puede ser interno, de modo que sea el líder que necesita la empresa para capitanear estas estrategias y velar por su cumplimiento.
5. Asumir que los empleados saben de sostenibilidad. Tener conocimientos de sostenibilidad va más allá de saber cómo reciclar el papel de oficina. A los empleados, se les debe proporcionar la formación adecuada, ya sea a través de cursos, charlas o programas.
6. Caer en el greenwashing. Esta práctica de marketing es el pecado en el que muchas organizaciones acaban cayendo. Se trata de no implementar la sostenibilidad desde un punto de vista estratégico, sino como una herramienta promocional.
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