Hoy 4 de octubre se celebra el Día Internacional del Vodka, una de las bebidas protagonistas en las barras de coctelería en las últimas décadas.
Esta celebración es un homenaje a uno de los destilados más famosos del mundo, que tuvo su auge durante la década de 1990. Pero que hoy continúa siendo protagonista en las barras de coctelería.
Aunque su origen es incierto, su nombre proviene del término ruso “voda”, que significa agua, con la terminación “ka” que es el diminutivo y quiere decir agüita.
El vodka es una bebida que se produce generalmente a través de la fermentación de granos y otras plantas ricas en almidón, como el centeno, el trigo y la papa.
Normalmente, el contenido del vodka se encuentra entre un 37 y 50% de volumen de alcohol, siendo el 40% la graduación ideal.
Características de esta bebida
¿Cómo podemos saber si un vodka es bueno? Hay que tener en cuenta tres variables:
- Color: el vodka tiene que ser siempre, siempre, transparente. Si tiene algún indicio de color, mal asunto.
- Aroma: aunque habitualmente no desprende gran olor, es cierto que, dependiendo de la marca que sea, hay algunos vodkas con aromas a caramelo, vainilla y notas frutales.
- Sabor: pueden apreciarse notas de cereales o de frutos secos en los vodkas de buena calidad.
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Estilos de vodka
- Neutro. La destilación de columnas múltiples y la extensa filtración de carbón producen un perfil de sabor particularmente suave y ligero. Este estilo neutral es enormemente popular en todo el mundo, con Smirnoff como el ejemplo más conocido.
- Carácter. Quizás más sutil que otras categorías de destilados, pero la elección del material base juega un papel muy importante en la impartición natural del sabor a un vodka acabado.
- Sabor. Se pueden condimentar con especias, frutas y productos botánicos usando una variedad de técnicas. Los sabores naturales se pueden extraer mediante maceración, destilación y percolación.