El salami es una mezcla culinaria de culturas, reflejado en su característico color rojo carmín, que es resultado de su proceso de maduración de un periodo de 25 a 30 días, combinado con el colorante natural “Grana Cochinilla”, uno de los aportes del México prehispánico.
- Aunque lo más habitual es que se elabore con carne de cerdo, los fabricantes utilizan otras carnes y mezclas al preparar el salami.
Por ejemplo, hay tiendas que ofrecen una mezcla de cordero, pato o ternera y cerdo.
El salchichón molido se mezcla con condimentos y sal y se cura al aire libre en una tripa de cerdo o de vacuno.
Los métodos y las recetas varían según la región y el país. Incluso el tiempo de envejecimiento varía. Sin embargo, los fabricantes suelen envejecer el salami entre 30 y 90 días o más.
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Orígenes del salami
Aunque los orígenes del salami son inciertos, es posible que los romanos hayan introducido los métodos que se utilizan hoy en día.
En la época anterior a la refrigeración, los salamis eran históricamente populares entre los campesinos del sur de Europa. El salchichón se conserva bien, una vez cortado, si se almacena a temperatura ambiente hasta 30 o 40 días.
Dos salamis que quizá le resulten familiares son:
- Salami de Génova. Se envejece con vino tinto, granos de pimienta y ajo. Este salami más suave ofrece un sabor fermentado.
- Salami duro. No sólo entra en la categoría de curado, sino que los fabricantes también secan y ahuman la carne. El salami resultante se corta fácilmente.
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