Niamey, (EFE).- El embargo aplicado a Níger por los países del África occidental tras el golpe de Estado militar está teniendo un severo impacto en su población, que se enfrenta a un continuo aumento de los precios de los alimentos ante la bajada de la importación por el cierre de sus fronteras por parte de Benín y Nigeria.
Desde que a finales de julio entraron en vigor las sanciones económicas y financieras de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), los precios de algunos productos de gran consumo como el arroz, el azúcar, el petróleo, la leche o la harina sufrieron inmediatamente incrementos en el mercado, según constató EFE. El arroz, un 71 % más caro
Fue el caso del saco de arroz de 25 kilos importado (de calidad inferior y al que podían acceder los hogares con bajos ingresos), que se vendía a entre 10.500 y 11.000 francos CFA (entre 16 y 16,7 euros). Subió repentinamente a 12.000 francos (18,2 euros) y ahora está casi agotado, con lo que los consumidores tienen que comprar otras variedades a 18.000 francos (27,4 euros), lo que supone un aumento del 71% en el precio respecto a antes del golpe.
O el paquete de azúcar de 1 kilo, que costaba 1.250 francos y pasó a valer 1.350 francos en cuanto se pusieron en marcha las sanciones, que afectan a un país de la deprimida región del Sahel donde un 75 % de su población sufre pobreza severa, según el Índice de Pobreza Multidimensional de la ONU de 2019.
Además, Níger se enfrenta a la presencia de grupos yihadistas leales a Al Qaeda y al Estado Islámico, así como a fenómenos naturales como inundaciones y sequía, que causan cientos de miles de desplazados internos y externos.
Para Elhadj Sani Chékaraou Garo, presidente del Sindicato Nacional de Importadores, Exportadores y Mayoristas de Níger, el aumento inicial de los precios "no estaba justificado, dado que las tiendas seguían teniendo existencias cuando cayó el embargo".
Según explica Garo a EFE, fueron los minoristas los que subieron entonces los precios, ante lo que su organización hizo una tarea de concienciación sobre la necesidad de mantener los precios a pesar del embargo.
El cierre de la frontera con el vecino Benín, principal corredor marítimo de Níger, provocó una reducción considerable de las reservas de alimentos y de productos farmacéuticos, seguida de un aumento vertiginoso de los precios. Otro ejemplo es el saco de leche en polvo de 50 kilos, que ha pasado de 40.000 a 60.000 francos (de 61 a 91 euros) con el embargo.
Las existencias se agotan
De los cuatro grandes mayoristas con licencia de importación de arroz en el país, sólo uno conserva actualmente arroz en sacos de 25 kilos, que se vende desde hace varios días a 12.500 francos. Los otros importadores venden el arroz en sacos de 25 kilos a entre 17.000 y 18.500 francos CFA.
"Hemos agotado nuestras existencias de arroz, cuyo saco costaba 11.500 francos. Sólo nos queda el arroz basmati, que costaba 17.000 francos incluso antes del embargo, y otras variedades aún más caras", responde a EFE un empleado de uno de los tres mayoristas sin existencias de arroz asequible.
Frente a los puntos de venta mayoristas en Niamey donde la bolsa se vende aún por 12.500 francos, los clientes hacen largas colas desde el amanecer hasta al atardecer con la esperanza de ser atendidos.
"Ayer pasé todo el día haciendo cola y volví a casa con las manos vacías. Por eso esta mañana he vuelto muy temprano. ¡Pero mira cuantos clientes hay delante de mi!", explica a EFE Sakou Hamidou, un cabeza de familia que acudió a una de estas tiendas a comprar una bolsa de arroz a un precio asequible, aunque superior a antes del golpe de Estado.
"Hace más de una semana que como arroz a granel, a razón de dos kilos por día para alimentar a la familia. Un kilo, que antes del embargo costaba 500 francos (0,76 euros), hoy se vende en algunos lugares a 700 o incluso 800 francos (1,06 y 1,21 euros). Es insoportable", dice enfadado Hamidou.
Muchos clientes echan la culpa a los comerciantes. Como Safiatou Marou, una anciana en la cola delante de Hamidou. "Los comerciantes no tienen piedad de la población, la más mínima situación difícil que viva el país es una oportunidad para intentar chupar la sangre de los pobres", afirma.
Corredor blindado desde Burkina Faso
Para mitigar los efectos de las sanciones, las autoridades nigerinas crearon un corredor desde Burkina Faso -país aliado, gobernado también por una junta militar- que los camiones de mercancías con destino a Níger utilizan protegidos por una fuerte escolta militar de los ejércitos de los dos países.
A través de este corredor burkinés, cerca de un millar de camiones con mercancías diversas han regresado ya a Níger en condiciones excepcionales, según indicaron a EFE fuentes del sector.
También se ha establecido a partir del 29 de septiembre una medida de incentivo a la importación de diez productos de consumo, con miras a asegurar el abastecimiento regular del país y la estabilidad de sus precios.
Se trata de conceder una reducción del 25 % de la base imponible de estos productos hasta el 31 de diciembre de 2023 y afecta al arroz, aceite, caldo, azúcar, preparados alimenticios, harina de trigo, pastas, leche, pasta de tomate y sardinas en conserva, según la lista de la Dirección General de Aduanas a la que tuvo acceso EFE.
Continúe leyendo: El cambio climático acelera la crisis alimentaria y agrava los conflictos en África