El día mundial del atún no solamente es una fecha para destacar los amplios beneficios que tiene este producto para la salud, sino, también, es una excelente oportunidad para fomentar el consumo responsable de esta especie marina.
Debido a su alta y creciente demanda, el sector pesquero a nivel mundial se ha visto en la necesidad de implementar protocolos para su pesca y recolección. Ya que es necesario conciliar el abasto a las necesidades de alimentación de la población, sin impactar de forma permanente y negativa los ecosistemas marinos.
El atún es uno de los productos del mar más consumidos a nivel mundial. De acuerdo con datos del Panorama Agroalimentario 2021, México fue el 15° productor de atún a nivel mundial en 2020, reportando una producción en peso vivo de más de 118 mil toneladas.
Propiedades nutrimentales del atún
El valor alimenticio del atún es también reconocido a nivel global, pues además de ser rico en Omega 3, también es una excelente fuente de proteínas y de gran cantidad de vitaminas del grupo B. Incluir el atún en nuestra dieta cotidiana ofrece beneficios considerables a la salud.
Se sabe también que el consumo de atún es importante para la regulación del sistema cardiovascular, además de que mejora la apariencia de la piel por su alto contenido de vitamina A.
Si se compara con la mayoría de los pescados, sobresalen de su composición nutritiva diversas vitaminas y minerales. Entre las vitaminas del grupo B destacan la B3, B6 y B12.
El contenido en esta última supera al de las carnes, huevos y quesos, alimentos que son fuente natural de esta vitamina. Además, se pueden destacar cantidades más reducidas de vitamina B1, B2 y B9.
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El mercado global del atún
De acuerdo con las Naciones Unidas, cada año se descargan más de 7 millones de toneladas de atún y especies afines. Las especies de atún representan el 20% del valor de la pesca marítima y más del 8% de todos los productos del mar que se comercializan en el mundo.
Con estas cifras, resulta fácil entender el papel fundamental de este pez en el desarrollo sostenible, la seguridad alimentaria, la economía pesquera y la creación y mantenimiento del empleo de muchas familias.
Finalmente, el organismo resaltó que ya lleva años advirtiendo que la demanda de atún sigue siendo alta y que el exceso de capacidad de las flotas pesqueras persiste. Todo ello demuestra que todavía se precisa de una gestión efectiva para restaurar las poblaciones sobreexplotadas, entre las que se encuentra el atún.
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