El helado de vainilla es uno de los sabores favoritos de los consumidores, debido a su cremosidad y sabor único, capaz de conquistar a los paladares más exigentes y de todas las edades.
Para celebrar este postre, cada 23 de julio se conmemora el Día Mundial del Helado de Vainilla. Esta fecha especial es una oportunidad para disfrutar del clásico sabor y apreciar su historia y tradición.
La vainilla, originaria de México, ha sido durante mucho tiempo un ingrediente apreciado en la gastronomía mundial y en la industria del helado no podía faltar.
Su incorporación en el helado se remonta al siglo XVIII, cuando el chef francés de la corte real, François Procope, lo incluyó en su menú de helados artesanales.
Aunque también se dice que Thomas Jefferson, expresidente de Estados Unidos, lo popularizó, luego de haberlo probado en un viaje que hizo a Francia.
Incluso, hay información que afirma que la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos conserva la primera receta escrita de helado de vainilla, redactada por el exmandatario.
Más que un simple sabor
A pesar de que han pasado siglos desde que este postre frío apareció en la escena culinaria, la vainilla sigue siendo uno de los sabores más populares en todo el mundo.
El helado de vainilla es mucho más que un simple sabor que puede probarse solo o también como base para múltiples recetas culinarias".
La vainilla, el ingrediente estrella de este postre, es conocida como "el oro blanco" en la industria de las especias, la segunda más cara después del azafrán.
Este pequeño fruto de la orquídea vanilla planifolia, conocida en México como "ixtlilxóchitl" o "flor negra", ha conquistado paladares y corazones en todo el mundo, pero es en este país donde encuentra su origen y máxima expresión, según datos de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural.
La historia de la vainilla mexicana inició con un viaje de Hernán Cortés a Europa. Los franceses, en particular, se entusiasmaron tanto que intentaron cultivar sus propias orquídeas en la Isla Borbón, pero descubrieron que el secreto del éxito se había quedado en México: la melipona o abeja de monte, polinizadora natural de la flor de vainilla.
Aunque Indonesia y Madagascar son actualmente los principales productores mundiales, México mantiene un legado.
Desde hace 8 años, la Vainilla de Papantla cuenta con denominación de origen, protegiendo 39 municipios entre Veracruz y Puebla.
Según datos de 2022, la producción de vainilla en México alcanzó las 515.5 toneladas, cultivadas en casi 799 hectáreas.
Veracruz lideró la producción con 400 toneladas, seguido por Puebla (62.5 toneladas), Oaxaca (45 toneladas) y San Luis Potosí (8 toneladas).
Cultivo y procesamiento de la vainilla
El cultivo de la vainilla es una labor que requiere paciencia y habilidad. Las plantas trepadoras necesitan cuidados expertos para garantizar una cosecha exitosa, señala la Secretaría de Agricultura.
Después de la cosecha, las vainas pasan por un proceso de curado que puede durar varios meses, crucial para desarrollar su característico sabor y aroma.
Ante la creciente demanda, se han intensificado los esfuerzos para proteger y conservar las plantaciones de vainilla en México, incluyendo prácticas agrícolas sostenibles y la promoción de la polinización natural.
La vainilla mexicana es reconocida mundialmente por su alta calidad y perfil de sabor complejo.
Las condiciones únicas de crecimiento en México, combinadas con técnicas de cultivo tradicionales, contribuyen a su distintivo aroma y sabor.
Al saborear un helado de vainilla no solo se está degustando un ingrediente ancestral, sino una parte integral de la herencia culinaria y cultural de México.
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