"En México, el consumo de vino ha crecido en los últimos años, especialmente entre los jóvenes", aseguró Karla Betancourt, gerente de Relaciones Públicas en Viñedos La Redonda.
Dicha penetración se confirma si se considera que el año pasado 3 de cada 10 botellas de vino que se consumen en el mercado local son mexicanas, destacó.
En entrevista abundó que la producción de vino se está abriendo a más entidades del país. Actualmente 18 de los 32 estados de México son productores de vino.
“Eso puede dar una perspectiva de cuánto se está creciendo en el tema del consumo de vino mexicano en el mercado local”, puntualizó.
Destacó que Querétaro es el tercer estado productor de vino, solo antecedido por Baja California y Coahuila.
Durante la conversación, Karla Betancourt explicó que un impulso para el consumo de vino en el país está entre los jóvenes, quienes están llegando a este mercado por un tema cultural y por todas las acciones que los viñedos están emprendiendo.
Incluso, la responsable de las relaciones públicas de la compañía de vinos dijo que la demanda del mercado también se refleja en sus resultados, pues de vender 500 mil botellas al año, hoy comercializan más de 2.5 millones.
Durante la pandemia, reportaron un crecimiento del 30%, aunque este aumento se ha ido moderando a un punto de equilibrio de entre 10 y 15 por ciento, en promedio anual en los últimos dos años.
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Avanza la producción sostenible
Viñedos La Redonda, que se ubica en el corazón de Querétaro, ha sido parte de la evolución de la industria vitivinícola mexicana. Con casi 50 años de trayectoria es uno de los viñedos más grandes y antiguos del estado.
Las prácticas sostenibles están presentes desde la plantación de la vid hasta el último eslabón de la cadena de producción y comercialización de vivo.
“La plantación de la vid en México tiene que venir de la mano con la parte tecnológica y para ser sustentables se aplican técnicas de riego por goteo y riego nocturno, lo cual permite no tener un gasto excesivo de agua”, explicó Karla Betancourt.
También han hecho zanjas para la captación de lluvia, lo que no solo conserva el agua, sino que también previene la erosión del suelo.
Para evitar el uso de herbicidas, utilizan cubiertas vegetales que protegen la vid, y emplean bandejas de plástico reciclado en nuevas plantaciones, conservando así la humedad necesaria. Incluso, mantienen prácticas para proteger la flora y fauna en los campos de cultivo.
El viñedo queretano también se enfoca en el reciclaje de botellas y mantienen latas de aluminio para contribuir con menos emisiones de dióxido de carbono (CO2) al ambiente.
Betancourt destacó que actualmente emprendieron un proyecto social para producir “vinos con causa”, un esfuerzo que busca colaborar con asociaciones para beneficiar a la comunidad y fomentar el turismo sustentable y responsable en la región.
“Este proyecto, que esperamos llevar a una segunda fase a finales de este año o principios de 2025, es nuestra manera de contribuir al bienestar social para tener vinos con causa, mientras continuamos creciendo como empresa”, adelantó.
Temporada de vendimia
La vendimia, la temporada de cosecha que comienza en verano, es una de las celebraciones más esperadas por el viñedo.
Este evento, que este año celebra la edición número 49, se realiza los fines de semana del 13 de julio y hasta este 25 de agosto y los visitantes pueden participar en el tradicional pisado de uvas, una práctica milenaria que simboliza el inicio del proceso de elaboración del vino.
Aunque hoy en día el pisado es simbólico, los desechos de la uva se utilizan como composta y fertilizante.
Además de esta actividad, incluye otras opciones recreativas como catas dirigidas por sommeliers especializados, espectáculos artísticos y musicales, y recorridos guiados por los viñedos, donde los visitantes pueden aprender más sobre el proceso de producción del vino y la historia de la bodega.