El conflicto entre los países de Ucrania y Rusia ha puesto en jaque a toda la industria alimentaria ya que estos dos países son importantes productores y exportadores de materias primas como el trigo, cereales y aceites vegetales, lo que ha provocado un alza en los precios de estos insumos básicos dentro de la industria alimentaria.
Los precios de los alimentos también subieron debido que a los aceites vegetales aumentaron en un 23.2% en un mes, impulsados sobre todo por el aceite de girasol, cuyo primer exportador mundial es Ucrania. Asimismo, aumentaron los precios de los aceites de palma, soya y colza, debido a la ausencia del aceite de girasol de los supermercados.
Aunque Rusia sigue vendiendo trigo, las sanciones han complicado los pagos y la logística, mientras los puertos ucranios permanecen cerrados desde el inicio de la invasión el 24 de febrero. Y tampoco está claro que los agricultores del país puedan seguir adelante con los cultivos futuros, por lo que el suministro puede estar en peligro durante meses.
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Los efectos de la guerra en la industria alimentaria de México
De acuerdo con la embajada de Ucrania, México es el segundo socio comercial más importante de Ucrania entre los países de América Latina y el Caribe. La importancia de México para Ucrania en el ámbito comercial la evidencia muy bien el hecho de que, en los últimos 7 años, México ocupó el segundo lugar después de Estados Unidos en términos de exportaciones de Ucrania.
En 2020, el comercio de mercancías entre Ucrania y México ascendió a 291.3 millones de dólares (exportaciones ucranianas – 69.5 millones de dólares; importaciones de México – 221.8 millones de dólares). Las principales mercancías que Ucrania vende a México son fertilizantes y cereales, mientras que las principales importaciones de México a Ucrania las consisten bebidas alcohólicas y refrescos.
En el mercado de Ucrania son presentes dos famosas empresas mexicanas “BIMBO” y “GRUMA” que han realizado inversiones en el sector agroalimentario de la economía ucraniana. Sin embargo, recientemente y debido a dicho conflicto, ambas multinacionales decidieron suspender sus operaciones como una muestra al descontento sobre la guerra.
La posible crisis que se avecina
Ante la incertidumbre sobre el conflicto bélico, los precios de productos agrícolas, fertilizantes y el gas natural se han disparado alcanzando récords históricos. Por ejemplo, el caso de los cereales, que en febrero subieron un 3% con respecto al mes anterior, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Rusia y Ucrania son conocidos como “el granero de Europa” y representan el 29% de las exportaciones mundiales de trigo y el 19% de las de maíz. Pero el intercambio comercial está paralizado por la guerra, lo que pone en riesgo un sistema alimentario del que dependen cerca de 44 países.
La guerra va a aumentar los gastos mensuales del Programa Mundial de Alimentos en 71 millones de dólares debido al alza en los precios de los alimentos, combustible y transporte. Eso suma un total de 850 millones de dólares al año y significa que habrá 4 millones de personas a las que no podrán llegar.
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