La confitería mexicana, conocida por sus sabores únicos y su colorida presentación, ha sabido evolucionar manteniendo su esencia, ejemplo de esto es la transformación de dulces tradicionales, como las alegrías y los tamarindos, que ahora encuentran nuevas presentaciones y sabores para atraer a un público más amplio.
Ademas, esta adaptabilidad no solo se refleja en el producto final, sino también en los procesos de desarrollo, envasado y distribución, claves para mantener la frescura y calidad que exige el mercado.
En la actualidad, en México es una de las más importantes del país, con un mercado interno fuerte y una creciente presencia en el mercado global, en 2023, el valor de la industria se estimó en 32.360 millones de dólares estadounidenses.
La industria mexicana de la confitería se divide en cuatro sub-segmentos
- Confitería de chocolate: Este sub segmento representa la mayor parte del mercado, con una participación de más del 50%. Los principales productos de confitería de chocolate en México son los chocolates, los bombones y las trufas.
- Helados: Este sub segmento representa alrededor del 25% del mercado. Los principales productos de confitería de helado en México son los helados, la paleta y los sorbetes.
- Conservas de pastelería y pasteles: Este sub segmento representa alrededor del 10% del mercado. Los principales productos de confitería de pastelería y pasteles en México son los pasteles, los cupcakes y los muffins.
- Confitería de azúcar: Este sub segmento representa alrededor del 15% del mercado. Los principales productos de confitería de azúcar en México son los chicles, los dulces duros y los caramelos.
Ademas, la adaptación constante a las tendencias del mercado y a los cambios en las preferencias de los consumidores es fundamental. Por ejemplo, la creciente demanda de opciones saludables ha llevado a la introducción de confitería con ingredientes naturales y orgánicos, un nicho que continúa creciendo.
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