Cada vez más, la salud se ha convertido en una prioridad para los consumidores, y sus hábitos alimenticios reflejan este cambio.
Según el último Barómetro FOOD de Edenred, un 80% de los comensales seleccionan los restaurantes en función de su oferta saludable.
Este dato subraya una tendencia creciente en la que los consumidores, más conscientes de la importancia de una alimentación equilibrada, buscan opciones que favorezcan su bienestar.
Sin embargo, la pregunta sigue siendo: ¿qué significa realmente llevar una alimentación saludable?
Este concepto es más que una mera elección de alimentos; es un estilo de vida que, según expertos de la Academia Española de Nutrición y Dietética, requiere de planificación y equilibrio.
Para lograr lo anterior es necesario:
1. Proporciones según el modelo de Harvard
La conocida pirámide alimenticia, aunque útil en su momento, ha quedado algo desfasada. En su lugar, el modelo nutricional propuesto por la Universidad de Harvard se presenta como una opción más actualizada y práctica.
Este modelo sugiere que un plato saludable debe tener las siguientes proporciones:
- 50% de vegetales: la mitad del plato debe estar compuesta por una variedad de verduras y hortalizas.
- 25% de alimentos proteicos: carnes magras, pescados, huevos o alternativas vegetales como legumbres o tofu.
- 25% de cereales: preferiblemente cereales integrales, como arroz integral, pasta integral o quinoa.
Llevar una dieta equilibrada siguiendo estas pautas no solo es beneficioso para el bienestar general, sino que tiene un impacto directo en la prevención de enfermedades, destaca Edenred, una plataforma digital especializada en soluciones de beneficios sociales y proveedora de vales de despensa.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), una dieta adecuada puede prevenir hasta el 80% de las enfermedades cardiovasculares y alrededor del 90% de los casos de diabetes tipo 2.
2. Cada alimentos cumple un rol
Para que un plan alimentario sea saludable, no solo se trata de la cantidad de lo que comemos, sino también de la calidad y el equilibrio entre los diferentes grupos alimentarios.
- Hortalizas y frutas: Incluir al menos dos raciones de hortalizas y tres de frutas al día. Estos alimentos son fundamentales por su aporte en fibra, vitaminas, minerales y antioxidantes.
- Cereales integrales: Consumir cereales integrales como pan, pasta o arroz en cada comida. Estas opciones son más ricas en fibra, lo que contribuye al buen funcionamiento digestivo y proporciona antioxidantes esenciales para la salud.
- Proteínas vegetales y frutos secos: Se recomienda incorporar al menos cuatro raciones de legumbres a la semana y consumir frutos secos cada dos días (una cantidad aproximada de una mano cerrada). Estos alimentos son ricos en proteínas vegetales, grasas saludables y micronutrientes.
- Proteínas animales: En cuanto a las proteínas animales, la recomendación es sustituir la carne roja por pescados azules, que se deben consumir al menos dos veces a la semana, y consumir un huevo diario.
- Moderación con los fritos: Aunque el consumo ocasional de fritos no está completamente prohibido, es recomendable reducir su consumo a un máximo de dos veces a la semana para evitar el exceso de grasas saturadas.
Este enfoque, que busca un consumo variado y equilibrado de los distintos tipos de alimentos, tiene como objetivo garantizar que el cuerpo reciba todos los nutrientes que necesita para mantenerse saludable y prevenir diversas enfermedades crónicas.
Restaurantes se alinean con la demanda
El auge de las opciones saludables no solo se refleja en el comportamiento de los consumidores, sino también en la respuesta de los restaurantes.
Según Edenred, más del 70% de los restaurantes ya están adaptando sus procesos y menús para ofrecer opciones más saludables.
Muchos de estos establecimientos están incorporando productos locales, así como alternativas veganas y vegetarianas, para satisfacer las demandas de una clientela más consciente de su salud.
Esta tendencia responde a un cambio en las expectativas de los consumidores, que cada vez más buscan opciones que no solo sean sabrosas, sino que también sean beneficiosas para su salud y el medio ambiente.
Además, muchos restaurantes están apostando por la sostenibilidad, ofreciendo productos de temporada y reduciendo el desperdicio alimentario.
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