El mercado del mezcal se mantiene en tendencia ascendente. Se espera que alcance un valor de 2 mil 394 millones de dólares para 2030, con un ritmo de crecimiento de 6.3 por ciento hacia los próximos seis años, según estimaciones de The Insight Partners.
Para su elaboración se pueden utilizar dos métodos: el artesanal o industrial. El primero honra las prácticas ancestrales, a decir de la marca Mezcal y Mole, dedicada a la producción de la bebida bajo técnicas ancestrales.
La marca asegura que esta bebida alcohólica es un patrimonio cultural de México, una obra de arte líquida que refleja siglos de tradición y el legado ancestral de su gente.
Cada botella que sale del taller es resultado del trabajo manual de los productores, el tipo de agave utilizado y el cuidado que se pone en cada etapa del proceso.
Uno de los elementos base del mezcal es la variedad de agaves que se emplean para su producción.
Tipos de agave
Aunque el agave espadín es el más conocido y utilizado, con sus notas afrutadas y ligeramente ahumadas, existen más de 30 variedades diferentes, cada una con características sensoriales únicas, expone la compañía.
Agaves como el tobalá, el tepextate y el madrecuixe, por ejemplo, aportan complejidad con sabores que van desde lo terroso hasta lo floral y herbal, lo que convierte cada botella en una experiencia sensorial única.
“La diversidad de agaves y el proceso completamente artesanal aseguran que cada gota de mezcal cuente una historia diferente, conectando a quien lo degusta con la tierra y la cultura mexicana”, resalta la compañía.
El trabajo detrás de cada botella es un homenaje a la dedicación y el esfuerzo de los productores, quienes siguen manteniendo viva una tradición transmitida de generación en generación.
Paso a paso
La elaboración del mezcal es un proceso artesanal, donde cada paso es esencial para crear una bebida que refleje la riqueza de la tierra mexicana.
La selección de los agaves, plantas que pueden tardar entre 7 y 25 años en madurar, dependiendo de la especie, es la base para producir mezcal.
Estos agaves son cosechados con mucho cuidado, respetando su ciclo natural para asegurar la mejor calidad en el producto final.
Una vez cosechados, los agaves son cocidos en hornos cónicos bajo tierra, un proceso que emplea piedras calientes y una mezcla de tierra y bagazo para sellarlos.
Este método ancestral de cocción dura entre 3 y 5 días. Es importante para desarrollar los sabores ahumados característicos del mezcal.
La cocción lenta y cuidadosa permite que los azúcares presentes en los agaves se transformen en compuestos que luego serán fermentados y destilados.
Tras la cocción, los agaves se trituran con una tahona, una enorme piedra volcánica que es arrastrada manualmente por una mula o caballo.
Este proceso, que puede durar entre 2 y 4 días, es cuando se extraen los jugos fermentados del agave, la base de lo que se convertirá en mezcal.
La trituración con tahona ayuda a la textura y los sabores complejos del mezcal, un proceso que no puede ser replicado por máquinas.
Una vez extraído el jugo, se deja fermentar en tinas de madera durante un periodo que puede variar entre 7 y 15 días, dependiendo de las condiciones climáticas de la región.
Durante la fermentación, los azúcares naturales del agave se transforman en alcohol, lo que marca el comienzo de la creación del mezcal.
Este proceso es muy sensible a la temperatura y a la humedad, ya que afectan en el sabor del producto final.
Destilado y envasado
Finalmente, el mezcal se destila en alambiques de cobre o barro. Dependiendo de la cantidad de agave y del equipo utilizado, la destilación puede tomar entre 6 y 10 horas por lote.
La experiencia del maestro mezcalero, quien tiene años de experiencia, es crítico para obtener el perfil perfecto de la bebida.
El proceso artesanal de hacer mezcal, desde la elección de los agaves hasta la destilación final, asegura que cada botella sea un producto auténtico y lleno de tradición.
Cada botella de mezcal cuenta una historia, y cada sorbo es un viaje a través del esfuerzo, la paciencia y la dedicación de los mezcaleros, que continúan transmitiendo este arte a las nuevas generaciones, destaca la marca.
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