El 12 de noviembre de cada año se celebra el “Día Mundial de la Obesidad”, una fecha instituida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para hacer un llamado urgente a la acción para combatir este padecimiento.
Según el Instituto Mexicano de la Juventud, el objetivo principal de este día es informar y sensibilizar a la población en general y de manera particular, a niñas, niños, adolescentes y jóvenes sobre la necesidad de adoptar medidas para prevenir y tratar el sobrepeso y la obesidad.
“La obesidad es una enfermedad crónica que se define por una acumulación excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud”, señala la Organización Mundial de la Salud (OM).
Alerta que puede tener repercusiones negativas en la salud, ya que las personas con esta situación tienen mayor riesgo de enfermar de diabetes de tipo 2 y cardiopatías.
Además, puede afectar la salud ósea, la reproducción y aumenta el riesgo de que aparezcan determinados tipos de cáncer. También afecta la calidad de vida, del sueño y del movimiento.
La OMS alerta que la obesidad afectaba a más de dos mil 500 millones de personas en todo el mundo en el 2022. De esta cantidad, más de 890 millones eran obesos.
Existen distintos grados de obesidad en todos los grupos de edad, según el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica. En personas con exceso de grasa corporal en la cavidad intra-abdominal se incrementa más el riesgo de desarrollar este padecimiento.
Algunas medidas
En algunos países, los gobiernos federales han implementado políticas públicas estrictas para reducir el consumo de alimentos ultra procesados y azucarados, así como mejorar el etiquetado nutricional.
Un caso es el de México. La presidenta Claudia Sheinbaum anunció que la Secretaría de Educación Pública (SEP) prohibirá la venta de comida ultra procesada y bebidas azucaradas, tanto dentro como fuera de las escuelas. Esta política pública empezará a aplicarse a partir de marzo del 2025.
La Encuesta de Salud y Nutrición, del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), reveló que en México, 5.7 millones de estudiantes de entre 5 a 11 años tienen obesidad, mientras que entre las edades de 12 y los 19 años suman 10.4 millones.
“Sabemos que no le va a gustar a algunos sectores de la industria, sobre todo a los que producen esa comida”, dijo a finales de octubre de este año, Mario Delgado, secretario de Educación Pública.
Bajo esta nueva política pública en las escuelas de México, también impulsarán el consumo de agua natural, por lo que el plan es que la mayoría de centros escolares tengan bebederos públicos para 2030.
Según la organización Mi Escuela Saludable, que forma parte de la iniciativa El Poder del Consumidor, se estima que un estudiante ingiere diariamente más de 500 kilocalorías provenientes de productos chatarra.
Además, el 98% de las escuelas en México venden estos productos, y en un 70% de ellas se comercializan refrescos.
¿Qué acciones tomar?
Algunas de las recomendaciones para prevenir la obesidad, según expertos del Instituto Mexicano de la Juventud:
- Elegir alimentos variados, de todos los grupos (lácteos descremados, carnes con bajo contenido graso, huevos, vegetales y frutas, cereales, legumbres, aceites vegetales, agua).
- Restringir o evitar el consumo de grasas presentes en alimentos como lácteos enteros, carnes con grasa, fiambres y embutidos, quesos duros, aderezos, snacks, etc.).
- Evitar el consumo de alimentos con alto contenido de azúcares refinados (dulces, azúcar de mesa, gaseosas, golosinas, entre otros productos).
- Evitar el consumo de bebidas alcohólicas.
- Consumir suficiente agua segura y potable.
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