Materiales a base de fibra
En medio del intenso escrutinio actual de los envases de plástico, los fabricantes están explorado alternativas como las fibras vegetales. Un ejemplo es la celulosa microfibrilada (MFC) en la que la fibra vegetal se descompone en micro niveles y se reconstituye como material de envasado.
Este proceso puede crear materiales que son más fuertes y más ligeros que los hechos de fibra de vidrio o carbono, y el MFC se puede agregar a otros materiales de embalaje para fortalecerlos. Sin embargo, los investigadores aún deben encontrar formas de producir miles de toneladas de este material de envoltura, en lugar de los pocos gramos que se han creado en el laboratorio.
Un desafío adicional para cualquier material de empaquetado basado en fibra es la capacidad de actuar como una barrera contra los elementos que degradan el contenido, como la luz, el oxígeno y la humedad. Los laminados en el empaque brindan protección.
Robótica
Los robots están transformando la industria del embalaje, especialmente en el campo del comercio electrónico. La capacidad de los brazos robóticos para clasificar los artículos pequeños en cajas para su entrega de forma rápida y precisa los ha convertido en un favorito de los fabricantes y minoristas.
Los robots ofrecen flexibilidad ya que los brazos se pueden colocar y reemplazar para diferentes trabajos, mientras que los sistemas se pueden reprogramar para cambiar sus funciones de empaque. Plataformas robóticas móviles, que pueden navegar en los almacenes, también han significado mejoras de eficiencia enormes. Estos robots móviles autónomos, o AMR, se enseñan nuevas rutas, por lo que se pueden implementar rápidamente en entornos frescos, haciéndolos más flexibles que los modelos anteriores que tenían que programarse para seguir rutas fijas.
Las cajas usadas para transportar productos, conocidas como envases secundarios, son cada vez más importantes para los minoristas, ya que las cajas a menudo se colocan directamente en los estantes de los supermercados, en lugar de desembalar cada artículo. Todo el proceso de obtener productos de fábrica a estantes está acelerando, con precisión y consistencia, junto con desarrollos en sensores y visión artificial para ayudar a monitorear el rendimiento del empaque robótico.
Embalaje inteligente
Desde que el empaquetado se convirtió en una cosa en el internet de las cosas, su rol en el camino del cliente se extendió más allá del estante. Esto ha tenido un efecto transformador de varias maneras, incluido el embalaje inteligente que ayuda a reducir el desperdicio de alimentos.
La piratería de productos es un problema continuo para las marcas, no sólo por la pérdida financiera, sino también por los posibles riesgos para la salud, especialmente en medicamentos falsificados y el uso de productos químicos sin licencia. La tecnología RFID envía señales de identificación a un dispositivo de lectura, que podría ser un teléfono inteligente regular, permitiendo la comunicación automática sin contacto con el paquete para que los minoristas puedan determinar el estado actual de sus productos en cuestión de segundos. Esto ayuda a protegerlos del robo, pero también identifica la ubicación del producto en toda la cadena de valor.
La constante necesidad de controlar el estado de los productos también está alimentando la creciente popularidad de los sensores que se utilizan para rastrear la temperatura y la calidad, especialmente en las industrias de alimentos, bebidas y farmacéutica.
Impresión 3D
Un cambio de juego por su capacidad de proporcionar una forma rápida de probar productos y embalajes antes de que entren en producción a gran escala, la impresión 3D ha desempeñado recientemente un papel fundamental en la ampliación de los empaques a nuevos niveles de personalización y creatividad.
La impresión 3D funciona arrojando plástico fundido sobre una base y gradualmente construyendo un diseño por capas. Por esta razón, también se conoce como fabricación aditiva. La operación está dirigida por un software que controla la producción desde un diseño asistido por computadora. Una innovación reciente ha sido utilizar la impresión 3D para producir productos alimenticios que se combinan con el embalaje.
La gran ventaja de la impresión 3D es mejorar los procesos de fabricación al permitir el prototipo rápido de las piezas de la máquina. Por ejemplo, la tecnología de aditivos se puede implementar para producir armas robóticas para su uso en el proceso de empaquetado, logrando en días y semanas lo que anteriormente podría haber llevado meses. Sin embargo, el principal desafío para que la impresión 3D se generalice en el empaquetado sigue siendo un mayor costo en la ampliación de la producción en comparación con otros formatos estándar.
Fuente: www.raconteur.net