En la industria alimentaria se necesitan envases que sean capaces de permitir que los alimentos lleguen a los mercados de destino en buenas condiciones, pero además que respondan a los requerimientos de los
consumidores. Sumándole la creación de un empaque amigable con el medio ambiente, explicó María José Galotto, investigadora y líder del proyecto de la Fundación Imagen de Chile.
Combatir el inexorable paso del tiempo que afecta la conservación de los alimentos, motivó al trabajo de este de investigadores. Galottó señaló que el trabajo busca dar respuesta a los requerimientos de los alimentos: “Ellos por si solos, sufren procesos de deterioro por lo que necesitamos protegerlos para incrementar su vida”.
Propiedades
La tecnología utilizada incorpora nanopartículas en la elaboración de envases activos, extraídas de frutos como maqui, murtilla y calafate que inhiben el crecimiento de bacterias y retarda el proceso de oxidación. En este sentido, se busca incorporar compuestos que tienen propiedades positivas sobre el alimento envasado –en los materiales del envase- de forma que adquiera una mayor calidad, vida útil e inocuidad el contenido.
“La idea es incorporar en envases de alimentos sustancias que ejerzan un efecto beneficioso sobre el contenido. Por ejemplo, materias antimicrobianas o antioxidantes que se vayan liberando durante el tiempo que el alimento está envasado y que hagan que éste dure más y adquiera mayor calidad” detalló Galottó.
Hasta el momento se han desarrollado envases para frutas y salmón. Actualmente trabajan para extender su técnica con el queso fresco y pan.
“Cada tipo de alimento presenta necesidades específicas dependiendo de su proceso de deterioro, por lo que requiere estudio de caso a caso. Sin embargo, los resultados son bastantes satisfactorios. Dependiendo del tipo de producto, se ha logrado incrementar vidas útiles desde un 15 a un 30%. Además, los costos de producir los nuevos envases son entre un 3 a un 5% más altos”, comentó la investigadora.
La presentación se enmarca en el ciclo de conferencias Ciencia Made in Chile, idea encabezada por la académica Gabriela Martínez, que busca destacar proyectos de alto impacto para el país, que se desarrollan en la Universidad de Santiago de Chile (USACH).